El uso excesivo de antibióticos en animales de granja podría conducir a una pandemia “mucho más grande que la del covid”, advirtieron los activistas.
Los expertos en salud piden que se prohíba el uso de dosis bajas de antibióticos en animales de granja sanos, ya que dicen que la práctica criaba “superbacterias” intratables que podrían propagarse a los humanos.
Los agricultores a menudo dan a los animales una baja dosis preventiva de antibióticos como seguro contra enfermedades. Pero a partir del 28 de enero, la nueva legislación de la UE prohibirá todas las formas de uso rutinario de antibióticos en la agricultura, incluidos los tratamientos preventivos.
La directriz de medicamentos veterinarios del gobierno ha iniciado una consulta sobre si el Reino Unido debería hacer lo mismo.
El uso de antibióticos en animales de granja ha disminuido de manera significativa en los últimos años, una reducción del 52 por ciento desde 2014, pero los activistas dicen que esto no es suficiente.
Piden al gobierno que siga a la UE y prohíba la práctica de administrar los medicamentos a animales de granja sanos.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido advirtió el mes pasado que la resistencia a los antimicrobianos era una “pandemia oculta”, mientras que la Organización Mundial de la Salud ha estimado que las enfermedades resistentes a los medicamentos podrían matar a 10 millones de personas en todo el mundo cada año para el 2050 si no se toman medidas.
Los médicos ahora tratan de abordar la dependencia excesiva de los pacientes a los antibióticos al redicuris sus prescripciones. Aunque el 66 por ciento de los antibióticos son utilizados por humanos, un porcentaje considerable (el 26 por ciento) se utiliza en animales de granja.
Suzi Shingler, directora de campaña de Alliance to Save Our Antibiotics, dijo: “Si imaginas una gran manada de cerdos o pollos estresados y superpoblados, la inmunosupresión que reciben en este entorno de verdad está pidiendo que las enfermedades se propaguen. En lugar de hacer cambios a estas condiciones, durante décadas ha sido más barato y más fácil darles niveles bajos de antibióticos en el alimento y el agua”.
Shingler advirtió que las dosis bajas podrían aumentar de manera significativa el riesgo de reproducción de bacterias intratables. “La dosificación masiva crea el cultivo perfecto para que sobreviva el tipo más fuerte de bacteria”, dijo. “Los peores elementos sobrevivirán a la baja dosis de antibióticos a largo plazo y será como sobrecargar el proceso normal de selección natural de las superbacterias”.
Estas bacterias podrían llegar a los humanos a través de vías fluviales, como durante la natación en aguas salvajes, así como a través de productos cárnicos poco cocidos y efluentes esparcidos en los campos.
El diputado Daniel Zeichner, ministro oculto de alimentación, agricultura y pesca, dijo que si bien ha habido “algunos avances para reducir los antibióticos en los animales de granja, necesitamos más ambición y urgencia por parte de este gobierno”.
Añadió: “Los agricultores y la industria alimenticia deben seguir el código voluntario y dejar de usar antibióticos de forma rutinaria para promover el crecimiento y prevenir enfermedades en animales sanos, como la Organización Mundial de la Salud ha aconsejado durante mucho tiempo”. También pidió al gobierno que se asegure de que los acuerdos comerciales requieran “por lo menos los mismos estándares para los productos animales importados” a los que se adhieren los agricultores británicos.
La diputada del SNP Lisa Cameron, que preside el Grupo Parlamentario de Todos los Partidos sobre Salud, dijo que estaba “profundamente preocupada por el uso excesivo de antibióticos en la agricultura animal” y advirtió sobre la “facilidad con la que se puede desarrollar la resistencia a los antimicrobianos en los seres humanos”. Concluyó que las recomendaciones del Comité Selecto de Salud sobre el tema deberían “llevarse adelante con urgencia”.
Una investigación del 2018 llevada a cabo por el comité advirtió de “serias preocupaciones” al respecto del uso de antibióticos en animales sanos. Advirtieron que “se debe prestar atención a esto después de la salida del Reino Unido de la UE” y recomendaron que cualquier futuro acuerdo comercial se comprometa con los mismos estándares en el uso de antibióticos que la UE.
Pero Chris Lloyd, secretario general del Ruma (Uso Responsable de Medicamentos en la Agricultura), dijo que el Reino Unido “tiene una historia positiva en términos de uso de antibióticos”. Y agregó que habría un debate sobre si el Reino Unido seguiría a Europa “porque ya hemos hecho mucho de lo que la UE intenta lograr”.
Ruma ha trabajado con cada uno de los sectores de animales de granja del Reino Unido para crear conciencia sobre los peligros de la resistencia a los antimicrobianos.
Refiriéndose a la perspectiva de una prohibición, expresó: “Siempre se puede hacer más y nuestro trabajo en el uso responsable continúa, pero nuestro historial reciente es positivo.
“No estoy convencido de que una decisión a blanco y negro sea la correcta cuando las realidades suelen ser mucho más complejas. ¿Necesitamos más restricciones en la forma en que se usan los antibióticos cuando ya lo hemos hecho tan bien con la reducción de su uso?”
Christine Middlemiss, directora veterinaria del Reino Unido, dijo que Gran Bretaña lleva a cabo “reducciones importantes” en el uso de antibióticos en animales de granja.
Prometió continuar su trabajo en estrecha colaboración con la industria y agregó: “Es alentador ver que los agricultores y los veterinarios continúan trabajando juntos para abordar la resistencia a los antibióticos”.
La NFA (Unión Nacional de Agricultores) dijo que sus miembros habían reducido de manera voluntaria el uso de antibióticos en un 52 por ciento desde 2014.
Catherine McLaughlin, asesora principal de salud y bienestar animal de la NFU, agregó: “Consultaremos con nuestros miembros y responderemos en consecuencia cuando salgan los detalles de la consulta de la Dirección de Medicamentos Veterinarios”.
La investigación llevada a cabo por World Animal Protection (WAP) el año pasado encontró peligrosas superbacterias resistentes a los antibióticos en ríos y lagos cerca de granjas industriales en España, Estados Unidos, Canadá y Tailandia.
El grupo recolectó suelo superficial y partículas de polvo de las vías fluviales aguas arriba y aguas abajo de las granjas de cerdos en Carolina del Norte, EE.UU. Ochenta y tres de las 90 muestras dieron positivo en genes resistentes a los antimicrobianos, una “contaminación generalizada” que los investigadores concluyeron que “sugiere en concreto que las granjas industriales descargan genes de resistencia a las vías fluviales públicas”.
El grupo llevará a cabo una investigación similar en el Reino Unido el próximo año.
Lindsay Duncan, gerente de campaña del Reino Unido en WAP, dijo que la pandemia de coronavirus había demostrado que los problemas que surgían en un país no se limitaban allí. Ella dijo: “Si hay uno o dos países que no se adhieren a estas prácticas, eso todavía causará un problema para el resto del mundo.
“No es solo el caso de que la UE haga lo correcto. Todos tenemos que hacer esto y promulgar esta legislación. Esta será la próxima gran pandemia y tendrá un efecto muy grande en la gente”.
Duncan dijo que la resistencia a los antimicrobianos “en realidad va a ser mucho mayor que la pandemia de covid” porque el problema no se puede resolver con las vacunas. “No podemos producir vacunas para infecciones bacterianas sin más. Estos medicamentos nos han permitido vivir como lo hacemos; tener expectativas de vida increíbles, trasplantes de corazón, cirugías importantes y recuperarse bien de ellos”.
Ella advirtió: “Si la resistencia a los antimicrobianos continúa en crecimiento como ha hecho hasta ahora, vamos a perder uno de nuestros medicamentos más poderosos. No hay solución para eso, por lo que hay que abordarlo ahora”.
Agencias