Un juez federal de Texas desestimó el viernes en la noche una demanda de último momento, encabezada por un republicano de la Cámara de Representantes, que deseaba darle al vicepresidente, Mike Pence, el poder de revocar los resultados de las elecciones presidenciales, ganadas por Joe Biden, cuando el Congreso cuente formalmente los votos del Colegio Electoral la semana próxima.
La resolución desfavorable es una más entre decenas que ha sufrido el presidente, Donald Trump, en su cruzada por cuestionar su derrota en las elecciones de noviembre.
El Congreso tendrá una sesión conjunta de ambas cámaras el miércoles de la semana próxima para confirmar los resultados de las elecciones, certificados por el Colegio Electoral en diciembre. Biden fue declarado ganador por 306 votos contra los 232 obtenidos por Trump.
Como presidente del Senado, Pence debe supervisar la sesión, que se realizará el miércoles 6 de enero, y declarar al ganador de la contienda presidencial.
Trump y sus aliados ven a la sesión como una oportunidad para cuestionar nuevamente la elección, aunque sólo se trate de un evento formal, lo que ha generado una presión creciente a legisladores republicanos para que tomen una posición.
La demanda judicial se presentó contra el propio Pence, cuyo papel en el proceso de la semana próxima es ceremonial en gran medida, solicitando al tribunal que desechara una ley de 1887 que especifica cómo maneja el Congreso el conteo de votos.
La presentación, interpuesta por el representante republicano Louie Gohmert y un grupo de electores republicanos de Arizona, argumentó que el vicepresidente “podría ejercer la autoridad exclusiva y a su sola discreción para determinar qué votos electorales contar para un estado dado”.
El juez federal de distrito en Texas Jeremy Kernodle, designado por Trump, escribió que los demandantes “alegan un daño que no es rastreable en justicia” hasta Pence. “Es improbable que sea corregido por el alivio solicitado”.
Se espera que los intentos de Trump y sus aliados republicanos en el Congreso no tengan ningún impacto y Biden asuma el 20 de enero.
De todas formas, la renovada búsqueda por cuestionar las elecciones ha resquebrajado al Partido Republicano.
Desacuerdos en el Partido Republicano
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, instó a los republicanos a evitar una confrontación en la sesión de la semana próxima.
Sin embargo, el senador Josh Hawley, por Missouri, ha asegurado que se opondrá a los conteos de votos hechos a nivel estatal, con el apoyo de algunos republicanos de la Cámara Alta.
Se espera que Hawley y otros 140 republicanos lancen objeciones a la certificación.
Por su parte, el senador republicano Ben Sasse, por Nebraska, ha calificado el intento de su partido como una “táctica peligrosa” que amenaza las normas cívicas de la nación.
“No participaré en un proyecto para revertir las elecciones”, escribió Sasse en una extensa publicación en las redes sociales.
Se espera que los intentos de Trump y sus aliados republicanos no tengan ningún impacto y Biden asuma el 20 de enero.
Trump, el primer presidente en perder una candidatura a la reelección en casi 30 años, ha atribuido su derrota a un fraude electoral generalizado, sin presentar pruebas y pese al consenso de funcionarios electorales de que no existió dicho fraude.
De las aproximadamente 50 demandas que el presidente y sus aliados han presentado contra los resultados, casi todas han sido desestimadas o retiradas. También perdió dos veces en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Aún así, Trump ha presionado a los senadores para que lo apoyen cuando el Congreso se reúna para hacer el reconocimiento formal de los resultados antes de que Biden asuma la presidencia.
El presidente ya sufrió un revés en el partido. El Senado, de mayoría republicana, votó este viernes a favor de anular el veto que realizó contra un importante proyecto de ley sobre Defensa. Esta es la primera vez que el Congreso logra invalidar uno de los vetos del presidente.
Con información de Associated Press.