Las autoridades surcoreanas dieron hoy luz verde al lanzamiento, previsto para mañana, del cohete espacial Nuri, después de que el mal tiempo primero y un fallo en un sensor después obligaran a aplazar la prueba.
Nuri está completamente instalado en la plataforma de despegue y el proceso de preparación, incluidas la conexión de cables umbilicales y la inspección integral del cohete, ha concluido ya, informó en un breve comunicado una portavoz del Ministerio de Ciencia.
Ese departamento y el Instituto de Investigación Aeroespacial de Corea (KARI) dieron hoy luz verde al operativo, a falta de aprobar mañana la carga de combustible y dar el visto bueno final al lanzamiento, y consideraron que las condiciones meteorológicas permitirán llevar a cabo la prueba.
Todos los procedimientos se han cumplimentado con “normalidad”, incluido el correcto funcionamiento de un sensor del tanque de oxidante de la primera fase del cohete, que presentó anomalías la pasada semana y obligó a aplazar el lanzamiento, previsto entonces para el 16 de junio.
Previamente, los fuertes vientos en el Centro Espacial Naro (a 350 kilómetros al sur de Seúl), desde donde se lanzará Nuri, habían obligado a mover la fecha de despegue del 15 al 16 de junio.
Este lanzamiento será el segundo de Nuri, que en su primera prueba en octubre completó íntegramente su secuencia de vuelo, aunque en la tercera fase no pudo realizar satisfactoriamente el desacoplamiento de la carga útil, que en ese caso era un satélite simulado.
Esta vez Nuri va con un satélite de verificación de rendimiento de 162 kilos, para testar las capacidades del cohete, cuatro nanosatélites diseñados por universidades con fines académicos y un satélite simulado de 1,3 toneladas.
Nuri, que funciona con combustible líquido, ha sido concebido y producido enteramente en Corea del Sur y su desarrollo, desde 2010, ha costado casi 2 billones de wones (unos 1.800 millones de dólares, más de 1.700 millones de euros al cambio actual).
Un lanzamiento exitoso convertiría a Corea del Sur en uno de los diez países capaces de desarrollar y lanzar sus propios vehículos espaciales y también en uno de los siete con capacidad de poner en órbita satélites de más de una tonelada, junto a Rusia, Estados Unidos, Francia, Japón, China y la India.
Con Nuri, Seúl espera, entre otras cosas, mejorar su capacidad para poner en órbita mejores satélites de vigilancia que le permitan espiar a Corea del Norte.
Asimismo, Corea del Sur se ha propuesto lanzar para 2024 su primer cohete espacial de combustible sólido.
Esta tecnología, que permite una carga más rápida y sencilla, mejor almacenamiento y supone una reducción de costes, puede utilizarse también para desarrollar misiles más sofisticados en un momento marcado por la escalada armamentística en la península coreana y en todo Asia nororiental.
(c) Agencia EFE