Steve Bannon se entregó al FBI, luego de que un gran jurado liberara cargos en su contra por desacato criminal al Congreso, al negarse a testificar por la invasión al Capitolio el 6 de enero.

El exjefe de asesores del expresidente Donald Trump arribó esta mañana a las oficinas del Buró Federal de Investigaciones en Washington, donde se le vio relajado.

Será esta tarde cuando Bannon sea presentado ante un juez para la lectura de los cargos y los siguientes pasos del proceso en su contra.

El 12 de noviembre, el Departamento de Justicia precisó que uno de las acusaciones es por su negativa a comparecer ante el Comité Selecto de la Cámara que investiga la insurrección al Capitolio por parte de los seguidores de Trump. El otro cargo en su contra es por rechazar entregar documentos.

Bannon enfrenta entre 30 días y un año de prisión, así como una multa de entre $100 y $1,000 dólares.

El 21 de octubre, la Cámara aprobó con 229 votos a favor la moción en contra de Bannon; 202 legisladores de opusieron.

Bannon incumplió una orden de declarar bajo el argumento de que no puede responder a la citación, debido al privilegio ejecutivo sobre sus comunciaciones con el expresidente Trump.

El exasesor de más alto rango en la Casa Blanca ya había sido perdonado por el expresidente Trump por una acusación de fraude por $25 millones de dólares, los cuales recaudó supuestamente para construir el muro fronterizo, pero utilizó parte del dinero para gastos personales.

Agencias