La turba de simpatizantes de Donald Trump que arrasó el Capitolio el 6 de enero quería matar al vicepresidente Mike Pence y a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, aseguró el congresista demócrata Jamie Raskin, mientras explicaba el nivel de amenaza que enfrentaron los legisladores durante el ataque.
Los revoltosos “estuvieron a un pelo de colgar al vicepresidente Pence”, declaró Raskin a CNN. “Quiero decir, las palabras todavía resuenan en los oídos de los miembros: ‘cuelguen a Mike Pence'”.
“Hubo un grupo que buscaba asesinar a Nancy Pelosi”, reveló, mientras enfatizaba por qué el juicio político del presidente saliente Donald Trump no estaba “al nivel de un tira y afloja partidista normal”. “Este fue un ataque a nuestro país”.
El congresista que encabezará el enjuiciamiento de Trump, también habló sobre la muerte de su hijo de 25 años. “No voy a perder a mi hijo a fines de 2020 ni a mi país en 2021”, exclamó Raskin al presentador, Jake Tapper. El hijo de Raskin, Tommy, se suicidó después de luchar contra la depresión durante años en la víspera de Año Nuevo.
El demócrata criticó al presidente Trump por la insurrección armada en el edificio del Capitolio y dijo: “Este fue el crimen más terrible que jamás haya cometido un presidente de los Estados Unidos contra nuestro país y quiero que todos sientan la gravedad y solemnidad de esos hechos.”
“No creo que nadie pueda argumentar seriamente que deberíamos sentar un precedente en el que cada presidente a su salida tiene dos, o tres semanas, o cuatro semanas para intentar incitar a una insurrección armada contra la Unión u organizar un golpe de Estado contra la Unión. Y si tiene éxito, se convierte en un dictador y si fracasa, no está sujeto a juicio político o condena porque sólo queremos dejar lo pasado en el pasado”, agregó.
También puso la responsabilidad de los disturbios directamente sobre los hombros de Trump cuando citó a la congresista Liz Cheney y señaló: “Ella cree que Donald Trump convocó a la turba, reunió a la turba. Encendió el fósforo que provocó una violenta insurrección”.
“Nada de eso hubiera sucedido sin él. Todo se debe a sus acciones. Y esta fue la traición más radical. La traición más terrible al juramento y el cargo presidenciales en la historia de Estados Unidos”, concluyó Raskin.