Los senadores por Maryland, Chris Van Hollen y Ben Cardin, han anunciado este lunes que presentarán por segunda vez ante la Cámara alta una propuesta de ley que permitiría a los beneficiarios del estatus de protección temporal (TPS) solicitar la residencia permanente en EE. UU.
La medida llamada Safe Environment from Countries Under Repression and in Emergency (SECURE) Act fue introducida en el Senado por primera vez en marzo de 2019, pero la medida se avanzó.
El proyecto, copatrocinado por otros 20 legisladores según Van Hollen, ofrecería un ajuste de estatus para recibir la tarjeta verde a las más de 400,000 personas en el país amparadas bajo el TPS que cumplan con ciertos requisitos.
“El SECURE Act simplemente hace sentido”, dijo el senador demócrata Ben Cardin, agregando que en muchos casos, los beneficiarios “no conocen otra casa” que no sea Estados Unidos.
“Creemos en mantener a las familias juntas y el SECURE Act hará precisamente eso”.
El TPS, creado en 1990 por el Congreso estadounidense, concede permisos para permanecer en la nación a ciudadanos procedentes de naciones afectadas por conflictos bélicos, víctimas de violencia o desastres naturales. La protección, concebida en un principio como un alivio temporal, se ha extendido con el paso de los años, dejando a sus beneficiarios bajo una condición migratoria que les impide solicitar la residencia o la ciudadanía estadounidense.
La mayoría de los beneficiarios del TPS son salvadoreños (250,000), seguidos por hondureños (75,000) y haitianos (50,000).
El programa fue cancelado en mayo de 2018 por la administración Trump, que argumentó que este beneficio debía terminarse ya que los países que habían sufrido algún tipo de desastre natural o conflicto ya se habían recuperado. En octubre de 2019, el gobierno federal extendió la validez de los permisos de trabajos de muchos beneficiarios hasta enero de 2021 y en diciembre de 2020, se anunció una nueva ampliación del estatus hasta octubre de 2021.
El presidente Joe Biden ha dicho que dar un camino a la residencia permanente y ciudadanía a los amparados por el TPS y por DACA es una de las prioridades migratorias para su periodo presidencial y una propuesta es parte de su ambiciosa reforma migratoria. Ahora que el Congreso es controlado por los demócratas, hay esperanza entre activistas y beneficiarios de que esta pueda convertirse en una realidad.