WASHINGTON (AP) — El Senado confirmó el martes a Antony Blinken como secretario de Estado, quien tendrá a su cargo la encomienda del presidente Joe Biden de revertir las políticas aislacionistas del gobierno anterior que debilitaron las alianzas internacionales.
Por 78 votos a favor y 22 en contra, los senadores aprobaron a Blinken, antiguo aliado de Biden, como el 71ro secretario de Estado, reemplazando a Mike Pompeo. Es el cargo más importante del gabinete y el cuarto en la línea de sucesión de mando.
Blinken, de 58 años, fue subsecretario de estado y vice asesor de seguridad nacional durante la presidencia de Barack Obama. Ha prometido reestructurar las relaciones de Estados Unidos con el resto del mundo tras la presidencia de Donald Trump, quien cuestionaba la necesidad de diversas alianzas. Blinken iniciará su gestión el miércoles tras ser juramentado, dijeron fuentes allegadas.
“El liderazgo de Estados Unidos sigue siendo importante”, declaró Blinken ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado en su audiencia de confirmación el 19 de enero.
“La realidad es que el mundo simplemente no se organiza por su cuenta. Cuando no participamos, cuando no lideramos, ocurren una de dos cosas: O algún otro país trata de reemplazarnos de una manera que no beneficiará nuestros intereses ni nuestros valores o, lo que podría ser igual de lamentable, nadie toma ese lugar y reina el caos”.
Blinken prometió que Estados Unidos se relacionará con el mundo con humildad y confianza, afirmando: “Tenemos mucho trabajo que hacer a nivel interno para proteger nuestra reputación a nivel internacional”.
A pesar de su promesa de recuperar el liderazgo norteamericano y reparar las relaciones con aliados en Europa y Asia, Blinken dijo a los legisladores que estaba de acuerdo con algunas iniciativas de política exterior tomadas por Trump. Mencionó como ejemplo el establecimiento de relaciones entre Israel y varios países árabes y la posición enérgica ante China en los temas de derechos humanos y las disputas en el Mar de China Meridional.
Sin embargo, enfatizó que el gobierno de Biden está interesado en hacer que Irán vuelva a respetar el acuerdo nuclear del cual Trump sacó a Estados Unidos en el 2018.
Los secretarios de estado de Trump, cuando fueron nominados, se toparon con dura resistencia por parte de los demócratas. El primer seleccionado de Trump, el ex CEO de ExxonMobil Rex Tillerson, fue confirmado con 56 votos a favor y 43 en contra antes de ser destituido por Trump vía tuit 13 meses después. La votación para Pompeo fue de 57 contra 42.
La oposición a Blinken se centró en legisladores conservadores que temen que el nuevo gobierno abandone la política de “presión máxima” contra Irán.
Blinken hereda un Departamento de Estado agobiado por baja moral y falta de personal. Ni Tillerson ni Pompeo se resistieron a la intención de Trump de debilitar ese organismo gubernamental.
Aunque el departamento logró evadir una propuesta de cortarle su presupuesto en más de 30% durante tres años consecutivos, sufrió un éxodo de personal ya que muchos diplomáticos optaron por jubilarse o renunciar al quedar convencidos de que el gobierno de Trump no valoraba su trabajo.