Cuando, hace dos meses, miles de mercenarios de Wagner marcharon hacia Moscú, no encontraron mayor resistencia. Finalmente, su líder, el recientemente fallecido Yevgeni Prigozhin, abortó el golpe de Estado, y no llegó a producirse una lucha por el poder en el Kremlin. Pero una cosa quedó en el recuerdo: la debilidad del presidente ruso, Vladimir Putin, que habló primero de “negociaciones” y luego de “traición”. Todo ello en cuestión de pocas horas.

Tras el fracaso de la operación, en los países bálticos se inició un debate sobre la estabilidad de Rusia. Jānis Sārts, director del Centro de Excelencia de Comunicaciones Estratégicas de la OTAN en Riga, cree que la marcha sobre Moscú supuso una sacudida para el poder en el Kremlin. Una sensación similar tiene también Mārtiņš Vargulis, director adjunto del Instituto Letón de Política Exterior: “El poder de Putin se ve amenazado por fuerzas internas de Rusia”, dice a DW.

Mientras, en Rusia continúa aumentando la inflación y el valor del rublo cae frente al dólar y el euro. Izvestia, el medio propagandista leal al Kremlin, se queja de las colas que se forman en las gasolineras de diversas regiones, y eso que estamos hablando del tercer productor mundial de petróleo. Por otro lado, la guerra en Ucrania parece estancada. En las últimas semanas, son sobre todo los ucranianos los que informan sobre pequeños avances en el terreno.

¿Peligra el poder de Putin en el Kremlin?
Stefan Meister, del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, no cree que el actual poder esté en peligro en Rusia. Explica a DW que el régimen de Putin ha conseguido ganarse a gran parte de la población a base de represión y propaganda.

Por otro lado, el país está sorteando en cierta medida las sanciones occidentales. Hay muchas empresas, también occidentales, que siguen operando en Rusia. Lo que sí observa Stefan Meister es una pérdida de prosperidad entre la población rusa, pero asegura que no se puede hablar de desintegración del país ni de debilidad de Putin.

“Si algún día una persona llegara a desafiar a Putin, sería alguien del aparato de seguridad”, dice Meister, experto en Rusia. Pero, por el momento, Putin sostiene “firmemente las riendas” y tiene recursos suficientes como para continuar la guerra en Ucrania durante unos tres años, prevé.

La fortaleza del “sistema Putin”
Tobias Fella, investigador del Instituto para la Investigación de la Paz y la Política de Seguridad (IFSH), tampoco cree que una “gran inestabilidad” amenace en estos momentos a Rusia. Según Fella, para el Kremlin sería un problema si el Gobierno tuviera que movilizar más tropas o si la situación económica se deteriorara drásticamente.

Hay expertos occidentales que especulan sobre si no será el propio Kremlin el que difunde la narrativa de que el caos se cierne sobre Rusia, con el objetivo de debilitar el apoyo de Occidente a Ucrania. Stefan Meister no comparte este punto de vista.

Para él, el “sistema Putin” está demostrando su fortaleza, incluso con la muerte de Prigozhin, y opina que ni los oligarcas, ni la sociedad, ni los militares, ni las personas que rodean al presidente ruso y dependen de él pueden cuestionar su poder.

Meister asegura que las pequeñas derrotas militares en Ucrania tampoco ponen en peligro el poder de Putin, pero la situación sería diferente, estima, si Ucrania lograra recuperar Crimea y todos los territorios ocupados por Rusia.

(ms/rml)

Autor: Miodrag Soric

DW