El plan de último minuto del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, para mantener temporalmente abierto el gobierno federal se derrumbó el viernes cuando una sólida facción de opositores derechistas rechazó el paquete de medidas, lo que hace casi seguro el cierre del gobierno estadounidense.
Los republicanos derechistas se negaron a apoyar el proyecto de ley a pesar de sus recortes de gasto de casi el 30% en muchas agencias y de las severas disposiciones de seguridad fronteriza, calificándolos de insuficientes.
La Casa Blanca y los demócratas rechazaron el planteamiento republicano por considerarlo demasiado extremo. La votación fue 198-232, donde los demócratas y 21 republicanos de derecha votaron contra el paquete.
El fracaso del proyecto de ley un día antes de la fecha límite para financiar el gobierno deja pocas opciones para evitar un cierre que cesará temporalmente a los trabajadores federales, mantendrá a los militares trabajando sin paga e interrumpirá los programas y servicios para millones de estadounidenses.
Un McCarthy claramente agitado abandonó el recinto de la Cámara de Representantes. “Esto no ha terminado aún; tengo otras ideas”, manifestó a los periodistas.
El resultado pone en grave peligro la presidencia de McCarthy, quien tiene muy poca influencia política para liderar la cámara baja en un momento crítico que ha sumido al gobierno en una crisis.
El Senado seguía adelante el viernes con su propio plan, favorecido por republicanos y demócratas, para mantener abierto el gobierno y, al mismo tiempo, reforzar la ayuda a Ucrania y las cuentas estadounidenses para catástrofes. Pero no servirá de nada si la Cámara de Representantes se sume en el caos.
Para complacer a su ala más derechista, McCarthy había vuelto a los límites de gasto que los conservadores exigieron en enero como parte del acuerdo que le ayudó a convertirse en presidente de la Cámara de Representantes.
Su iniciativa no habría recortado los presupuestos de los departamentos de Defensa, Veteranos o Seguridad Nacional, pero habría recortado casi todas las demás agencias hasta en un 30%, lo que supondría un duro golpe para una amplia gama de programas, servicios y departamentos de los que los estadounidenses dependen habitualmente.
También añadía nuevas y estrictas disposiciones de seguridad fronteriza que pondrían en marcha la construcción del muro en la frontera sur, entre otras medidas. Además, el paquete habría creado una comisión de deuda bipartidista para hacer frente a la creciente carga de la deuda de la nación.
Antes de la votación, McCarthy casi desafió a sus colegas a oponerse al conjunto de medidas un día antes del cierre casi seguro del sábado. El proyecto de la Cámara de Representantes habría mantenido las operaciones abiertas hasta el 31 de octubre.
Pero tan pronto como comenzó la discusión de la propuesta, el principal crítico republicano de McCarthy, el representante Matt Gaetz, de Florida, anunció que votaría en contra del paquete, e instó a sus colegas a “no rendirse”.
Él y otros que rechazan la medida temporal quieren que la Cámara de Representantes siga trabajando en los 12 proyectos de ley de gastos individuales necesarios para financiar el gobierno, un proceso que suele durar semanas, mientras impulsan sus prioridades conservadoras.
Algunos de los republicanos que se resisten, incluido Gaetz, son aliados del expresidente Donald Trump, principal rival de Biden en las elecciones de 2024. El expresidente ha estado animando a los republicanos a luchar duro por sus prioridades e incluso a cerrar el gobierno.
Independent