WASHINGTON, 6 ago (Reuters) – El crecimiento del empleo en EEUU probablemente se mantuvo sólido en julio, en un contexto de cambios en el empleo estacional en las escuelas causados por la pandemia, lo que podría enmascarar cierta suavización en las condiciones subyacentes del mercado laboral a medida que se desvanece el impulso de los estímulos fiscales y la reapertura de la economía.
El informe sobre el empleo del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, seguido muy de cerca por los mercados, podría mostrar que las nóminas no agrícolas aumentaron en al menos 1 millón el mes pasado debido a los llamados factores de ajuste estacional, que también inflan el empleo en las plantas de ensamblaje de automóviles y en el sector del ocio y la hostelería.
Antes de la pandemia de COVID-19, el empleo en el sector de la educación normalmente disminuía en cerca de 1 millón de puestos de trabajo en julio, ya que las escuelas cerraban, mientras que los cierres temporales de las plantas para el reajuste de verano pesaban sobre las nóminas del sector del automóvil.
Pero este año muchos estudiantes acuden a las escuelas de verano para ponerse al día tras las interrupciones causadas por el coronavirus.
La escasez de semiconductores ha obligado a los fabricantes de automóviles a modificar sus calendarios de producción habituales. Esto podría haber influido en el calendario de paradas temporales para reajustes de la línea de producción, lo que podría desvirtuar el modelo que el Gobierno estadounidense utiliza para eliminar las fluctuaciones estacionales de los datos de las nóminas.
También se espera que los factores estacionales hayan impulsado el empleo en el sector del ocio y la hostelería.
“Los factores de ajuste estacional son extremadamente favorables”, dijo Ryan Sweet, economista senior de Moody’s Analytics. “El mercado laboral ha perdido algo de impulso, lo que refleja el desvanecimiento de los efectos de la reapertura, junto con un menor impulso de los estímulos fiscales”.
Según una encuesta de Reuters entre economistas, las nóminas no agrícolas probablemente aumentaron en 870.000 puestos de trabajo el mes pasado, después de haber aumentado en 850.000 en junio. Eso dejaría el empleo 5,9 millones de puestos de trabajo por debajo de su máximo de febrero de 2020. Las estimaciones oscilaron entre 350.000 y 1,6 millones, lo que subraya la incertidumbre que rodea al informe de empleo de julio.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés) del Departamento de Trabajo estadounidense, que elabora el informe de empleo, señaló las distorsiones de los patrones normales de despido estacional con la publicación de junio, diciendo que “las variaciones hacen más difícil discernir las tendencias actuales del empleo en estas industrias”.
Aunque los datos del mercado laboral han seguido siendo positivos, hay indicios de que el ritmo de crecimiento del empleo se ha ralentizado con respecto a junio. El informe de empleo de ADP del miércoles mostró el menor aumento de las nóminas privadas en cinco meses en julio. Los datos de Homebase, una empresa de programación y seguimiento de nóminas, mostraron que su índice de empleados trabajando aumentó moderadamente en julio con respecto a junio.
Pero las encuestas del Institute for Supply Management mostraron un repunte del empleo en los sectores manufacturero y servicios el mes pasado. El diferencial del mercado laboral del Conference Board, derivado de los datos sobre la opinión de los consumidores acerca de si los empleos son abundantes o difíciles de conseguir, alcanzó en julio su nivel más alto desde el año 2000.
PROBLEMA ESTRUCTURAL
El crecimiento del empleo en EEUU este año ha oscilado entre 233.000 y 850.000 puestos de trabajo al mes.
La economía recuperó plenamente en el segundo trimestre la fuerte pérdida de producción sufrida durante la brevísima recesión pandémica. Se prevé que la tasa de desempleo baje al 5,7% desde el 5,9% de junio.
“La economía puede seguir creciendo a un ritmo saludable, aunque no veamos la aceleración esperada”, dijo Brad McMillan, director de inversiones de Commonwealth Financial Network. “Si volvemos a caer por debajo de unos 300.000, eso sería preocupante, ya que mostraría que los problemas médicos y la escasez de mano de obra podrían estar frenando la recuperación”.
Las infecciones por COVID-19 están aumentando en todo el país, impulsadas por la variante delta. Aunque no se prevén grandes alteraciones de la actividad económica, ya que casi la mitad de la población está totalmente vacunada, la espiral de casos podría mantener a los trabajadores en casa y dificultar la contratación.
La escasez de trabajadores ha hecho que los empresarios no puedan cubrir una cifra récord de 9,2 millones de puestos de trabajo, lo que les ha obligado a aumentar los salarios. Se prevé que los ingresos medios por hora hayan aumentado un 0,3% en julio, lo que elevaría el incremento anual de los salarios al 3,8% desde el 3,6% de junio.
La falta de guarderías asequibles y el temor a contraer el coronavirus han sido los responsables de que los trabajadores, en su mayoría mujeres, se queden en casa. También se han producido jubilaciones relacionadas con la pandemia, así como cambios de carrera.
El Partido Republicano y grupos empresariales han culpado a las prestaciones por desempleo mejoradas, que incluyen un cheque semanal de 300 dólares del Gobierno federal, de la escasez de mano de obra. Aunque más de 20 estados liderados por gobernadores republicanos han puesto fin a estas prestaciones federales antes de que expiren el 6 de septiembre, ha habido pocas pruebas de que las terminaciones hayan impulsado la contratación.
Se espera que la escasez de trabajadores se reduzca en otoño, cuando las escuelas vuelvan a abrir sus puertas para el aprendizaje presencial, pero algunos economistas son menos optimistas, ya que argumentan que la economía estaba creando muchos puestos de trabajo poco cualificados y no había suficiente gente para ocuparlos.
“Uno de los mayores problemas que tenemos ahora mismo es que aproximadamente dos tercios de nuestras ofertas de empleo son del tipo de trabajos que no requieren ningún tipo de título universitario”, dijo Ron Hetrick, economista laboral senior de Emsi Burning Glass. “Tenemos unos 6 millones de puestos de trabajo que no requieren un título universitario, pero sólo tenemos 3,4 millones de desempleados que no tienen un título universitario”.
(Reporte de Lucia Mutikani; Editado por Andrea Ricci; Traducido por Michael Susin)