Historia de Javier Cappiello
Los muchachos de la casa de personalización “East Bay Muscle Cars” se la saben pasar bien en el taller donde construyen carros sin iguales, perfeccionan modelos clásicos y los combinan con tecnología actual para crear una obra de ingeniería única. Un ejemplo de esto que te contamos es un Ford Mustang de 1968 al que le han dado amor, y una vez finalizado el trabajo, han decidido llamar “Rampant”.
Desconocemos un poco el origen y motivo de su significado, pero sabemos que se trata de un “restomod” cargado de originalidad que desconoce de parecidos. A continuación, vamos a conocerlo en breve.
Exterior
Con mezcla de elegancia y deportividad, el exterior de este “muscle car” se destaca por su pintura Glasurit en tonos burdeos y bronce oscuro. El frontal sobresale por tratarse de una pieza de fibra de carbono diseñada con tecnología CAD integra faros LED modernos, con un capó de fibra de vidrio se complementa con un panel de aluminio impreso en 3D debajo. Mientras que, las bisagras han sido personalizadas.
La atención al detalle se extiende al chasis, donde las aberturas de los guardabarros fueron rediseñadas para adaptarse a las llamativas llantas Forgeline SS1R con neumáticos Toyo. Los paneles de balancín a medida abarcan todo el largo de las ruedas, ofreciendo espacio para el enrutamiento eléctrico y de plomería, además de incorporar un freno de estacionamiento eléctrico.
Motorización
Al abrir el capó de este Ford Mustang de 1968 encontramos un verdadero corazón de hierro que al latir demuestra su gran potencial. En simples palabras, hallamos un motor Coyote de 5.0 litros sobrealimentado que genera 785 caballos de fuerza, todos dirigidos a las ruedas traseras. A su lado, un radiador personalizado de C&R, equipado con ventiladores PWM, asegura una temperatura óptima, mientras que un sistema de escape de acero inoxidable de 3 pulgadas, con acabado cerakote.
Para los puristas del “muscle car”, la construcción mantiene la esencia de manejo clásica. Un sistema de pedales Wilwood Engineering acompaña una transmisión TREMEC T56 Magnum de seis velocidades, permitiendo cambios de marcha fluidos a través de un embrague de doble disco McLeod Racing. La potencia viaja hasta el eje trasero Wave Track Posi, destacando que este restomod está pensado tanto para el lujo como para la adrenalina en la carretera.
Este Mustang de 1968 presenta un chasis completo de Roadster Shop Fast Track, con suspensión trasera independiente, en el que cada perno y pieza de hardware fueron hechos a medida y niquelados por East Bay Muscle Cars para darle un acabado exclusivo.
Para un rendimiento en la calle y en la pista, las pinzas Baer Extreme 6S controlan los enormes rotores de 15 pulgadas, garantizando que los 765 HP. Todo en este Mustang, desde sus paneles laterales integrados hasta los puntos de elevación, ha sido pensado para optimizar tanto el rendimiento como la seguridad.
Puertas hacia adentro, el diseño a cargo del experto Sean Smith, mezcla la nostalgia del Mustang de 1968 con la modernidad del modelo S550. Con toques de elegancia y un sistema de extinción de incendios de Safecraft, el conductor puede concentrarse en la carretera con total seguridad. Los instrumentos digitales Dakota ofrecen lecturas precisas, mientras que el sistema de aire acondicionado de Vintage Air garantiza que cada viaje sea cómodo y refrescante. ¿Qué opinas sobre “muscle car”?
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