Como “escalofriante y lamentable”, calificó Washington el anuncio ayer de Rusia de sancionar a ocho altos funcionarios de la administración estadounidense, incluidos el director del FBI, Christopher Wray, y la directora de Inteligencia Nacional, Avril Haines.
Fue una de varias medidas que tomó ese gobierno un día después de que el presidente Joe Biden anunciara amplias sanciones contra Rusia y advirtiera contra un “ciclo de escalada”.
El ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, dijo el viernes que Rusia también expulsará a 10 diplomáticos de Biden e impondrá límites a otros más, frenará la actividad de grupos sin fines de lucro estadounidenses en el país y considerará medidas “dolorosas” contra las empresas de esa nación en represalia por la sanción punitiva anunciada el jueves por el gobierno de Washington.
Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. calificó las medidas rusas como “escaladas y lamentables”. “Nuestras acciones recientes fueron proporcionadas y apropiadas a las actividades dañinas de Rusia (…) El anuncio de hoy del gobierno ruso fue escalofriante y lamentable. No nos conviene entrar en un ciclo de escalada, pero nos reservamos el derecho de responder a cualquier represalia rusa contra Estados Unidos”, citó CNN.
Lavrov también dijo que el Kremlin notificó al embajador de Estados Unidos en Rusia, John Sullivan, que debería regresar a Washington para realizar consultas “detalladas” y “serias”. En tanto, el representante de Rusia en Washington volvió a Moscú en marzo después de que Biden dijera que creía que el presidente Vladimir Putin era un “asesino”, en una entrevista televisiva.
Las medidas son “sólo una parte de las posibilidades a nuestra disposición”, advirtió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia en un comunicado en su portal, y siguen al anuncio del jueves de que Moscú bloqueará los buques de guerra extranjeros y los buques en el estrecho de Kerch, el mar de Azov y partes del Mar Negro, una medida criticada por la OTAN y el Pentágono.
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores agregó que Estados Unidos debe “mostrar prudencia abandonando el curso de confrontación” y que “ni una sóla ola de sanciones quedará impune”.
Días antes, el secretario de Estado Antony Blinken, hablando en nombre de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, expresó su profunda preocupación por la acumulación militar de Moscú a lo largo de la frontera con Ucrania, y la comunidad de inteligencia de Washington dijo en un informe anual que Rusia “presenta una de las amenazas de inteligencia más graves para Estados Unidos”.