En la lista de las cien personas más ricas del mundo que cada año elabora la revista Forbes tan solo hay catorce mujeres. Pero solo una de ellas no ha conseguido su fortuna por herencia familiar o un divorcio millonario. Y la que encabeza este ránking es Françoise Bettencourt Meyers, la heredera del imperio L’Oréal.
Nacida en Francia en 1953, Françoise es la única hija, y por tanto heredera, de Liliane Bettencourt -fallecida en 2017-. Su familia es conocida en Europa por ser la dueña de L’Oréal, y precisamente ella fue vicepresidenta de la compañía.
Entró a la lista de las personas más ricas del mundo tras la muerte de su madre, que le dejó en herencia un patrimonio neto de 39,5 millones de dólares. En ese momento se situó entre las 20 personas con más dinero, siendo la primera entre las mujeres. Según el nuevo ranking de la revista ‘Forbes’, Françoise Bettencourt-Meyers posee 99,5 mil millones de dólares y ocupa el puesto 15 en la lista de los más ricos del mundo.
Judía pero con pasado nazi
Françoise Bettencourt Meyers está casada con Jean-Pierre Meyers, nieto de un rabino fallecido en el campo de concentración de Auschwitz. Su matrimonio causó un gran revuelo debido al pasado de su familia materna. Su abuelo, Eugène Schueller, se sentó en el banquillo por colaborar con los nazis.
Bettencourt Meyers decidió criar a sus hijos en el judaísmo para seguir con la religión de su marido y dejar atrás también el pasado nazi de su abuelo materno.
Recientemente Netflix estrenó la serie documental ‘El caso Bettencourt: El escándalo de la mujer más rica del mundo’, que explora en detalle los conflictos finales entre madre e hija.
El Huff