Probablemente esta nota sea innecesaria, puesto que solo tiene que ver con actualizar una situación que no influye en nada al mercado automotriz en sí, pero son de esas cosas notables y sabrosas que le dan vida a la industria, en especial por el “papelón” que se anotó Volkswagen con una broma que no supieron hacer, no supieron administrar y que finalmente se les salió de las manos por lo mismo, que fue algo a lo que también me acogí en mi nota de ayer.
El día lunes de esta semana, Volkswagen filtró un comunicado en su sitio de prensa, pactado para el 29 de abril, el cual señalaba que la marca alemana cambiaría el nombre de sus operaciones en Estados Unidos, de “Volkswagen of America” a “Voltswagen of America”. El comunicado era muy serio y respetable, al punto que muchos medios no tenían como dudar de una broma como esta. Es una idea absurda cambiar el nombre de una marca de autos que lleva años de reconocimiento, solo por una “monería” de marketing, que puede sonar gracioso si se implementa bien en alguna pieza publicitaria… pero no en un comunicado oficial.
Tal como señaló un periodista al que sigo bastante en redes sociales, Jason Cammisa, el juego del “April Fools” tiene ciertas reglas implícitas que año a año, las marcas que deciden participar (cada vez menos) las cumplen a cabalidad:
La broma en si funciona solo si la haces el mismo día del April Fools (el 1 de abril, Dia de los Inocentes para Norteamérica), no si la justificas ese día.
Siempre en la noticia o el render del auto o en algún lado, hay alguna alusión discreta al April Fools. Algunos lo ponen en los tags de la nota, otros con mensajes ocultos (pero igual evidentes) en la patente del auto que ilustra la nota, lo que sea. Incluso la nota siempre es redactada con un dejo de humor implícito.
Los bancos de noticias oficiales de las marcas son un lugar sagrado, porque es de donde dependen nuestras noticias. Entonces, si no cumples los primeros dos puntos y pasas a este, hay muchos que van a entender que la noticia, por idiota que sea, va a ser real. Más aun, en tiempos de fake news.
La última, que es una apreciación personal de Cammisa y con la que estoy muy de acuerdo: hay bromas que tienen cierto “timming” o plazo. Hay temas que son muy sensibles o que están muy “calentitos” aun como para poder elaborar algo gracioso de aquello sin que sea realmente ofensivo. Una cosa es tener humor negro, pero hasta el humor negro tiene sus códigos. Y Volkswagen viene saliendo de un rebranding motivado en parte por el Dieselgate y con la llegada del ID.4 está tratando de recuperar la confianza de sus fieles. Pero así, difícil que se los tomen en serio.
Lo delicado no solo es el error, sino que el manejo del tema, puesto que al día siguiente, después de bajar esa nota, volvieron a subir una nueva, señalando que la insignia Voltswagen la veríamos en los modelos eléctricos. Todo esto con cuñas muy respetables y sin ningún indicio de broma evidente. Hasta habían cambiado su cuenta de Twitter para reflejar la broma.
Pero ya hacia la tarde del día de ayer (30 de marzo), a la marca no le quedó otra que bajar el moño y lo hicieron desde la cuenta oficial de Volkswagen en Twitter, aunque más que apelando al error, salieron jugando de manera políticamente correcta.
En resumen, Volkswagen no cambia su nombre a Voltswagen, dudamos que a los concesionarios de Estados Unidos les hubiese gustado esa movida y probablemente de haber sido tomada en serio, también le hubiese generado un daño a la marca. Lo que si se mantiene es el lanzamiento del ID.4, un auto que por ahora, difícil que veamos en Chile.