Durante el primer mandato del presidente electo Donald Trump, Estados Unidos lanzó una guerra comercial total con China para impulsar la manufactura estadounidense, asegurar los intereses de seguridad nacional de EE.UU. y resolver lo que Trump creía que era una relación comercial extremadamente desequilibrada.

El presidente Joe Biden mantuvo la mayoría de esos aranceles y agregó algunos nuevos también. Mientras los líderes de las dos naciones continúan enfrentándose, los consumidores estadounidenses han pagado el precio, desembolsando más dinero en los bienes importados de China.

Ahora Trump centrará su atención en los mayores socios comerciales de Estados Unidos: México y Canadá.

Y promete algo extraordinario: el 20 de enero, el día en que tome posesión del cargo, impondrá un nuevo arancel general del 25% a todos los bienes que EE.UU. importe de los dos países, bienes que casi en su totalidad cruzan la frontera de forma gratuita gracias al Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA, por sus siglas en inglés) negociado por Trump.

Aquí hay algunos de los principales bienes de consumo que los estadounidenses compran a sus vecinos del norte y del sur que podrían encarecerse si Trump avanza con su plan de aranceles:

Gasolina

El petróleo crudo, que se refina para producir gasolina y aceite de calefacción, es una de las principales importaciones de EE.UU. desde Canadá. En julio alcanzó un récord de 4,3 millones de barriles por día tras la expansión del oleoducto Trans Mountain de Canadá, según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU.

La expansión ha permitido disponer de más petróleo para refinar en gran parte de la costa oeste además del medio oeste, su destino principal en el pasado.

“No se puede procesar otro petróleo de la noche a la mañana. Tomaría inversiones y años. Más suministro de EE.UU. no ayudaría”, dijo Patrick De Haan, jefe de análisis de petróleo de GasBuddy, en una publicación en X.

El arancel del 25% que Trump propuso tendría “enorme impacto” en los precios de la gasolina, lo que equivaldría a un aumento de entre 25 a 75 centavos por galón, dijo. Eso impactaría más directamente a los estadounidenses ubicados alrededor de los Grandes Lagos, el Medio Oeste y las Montañas Rocosas.

Trump ha propuesto aumentar las concesiones de permisos de petróleo estadounidenses, pero tomará tiempo que ese suministro se active para reemplazar el petróleo de Canadá. Y no está claro que las empresas energéticas de EE.UU. quieran aumentar significativamente su producción de petróleo: la demanda global está disminuyendo, y las ganancias de la perforación intensificada serían más difíciles de obtener.

Productos agrícolas

A medida que el cambio climático perjudicó las condiciones de cultivo en distintas partes de Estados Unidos, el país se ha vuelto más dependiente de México para la obtención de productos agrícolas.

En 2022, EE.UU. importó productos agrícolas de México por valor de US$ 44.100 millones, lo que equivale a una quinta parte de todos los productos agrícolas de EE.UU., según datos del Departamento de Comercio.

Por ejemplo, el 90% de los aguacates que los estadounidenses consumieron en 2022 fueron importados. Del total de aguacates importados a EE.UU., el 89% provino de México. Dicho de otra manera, los precios de tu guacamole y de tu tostada de aguacate podrían dispararse si se imponen aranceles del 25% a México.

Autos

Estados Unidos importó vehículos de México por valor de US$ 130.000 millones en 2023, convirtiéndolo en el principal bien que EE.UU. importa del país latinoamericano, según la base de datos de comercio internacional de las Naciones Unidas.

Mientras los fabricantes de automóviles buscaban evitar los aranceles impuestos a bienes chinos, muchos trasladaron su producción a México, convirtiéndolo en un centro global para fábricas de automóviles, incluidas General Motors, Ford, Stellantis y casi una docena más.

Prácticamente todos los fabricantes de automóviles estadounidenses dependen de piezas de México para construir sus autos o camiones, porque esas piezas pueden ser sustancialmente más baratas que las fabricadas en EE.UU. Pero un arancel del 25% probablemente cambiaría la situación.

En resumen: va a doler

La nueva ronda de aranceles que Trump está preparando llega en un momento en que EE.UU. es profundamente dependiente de las importaciones de México y Canadá.

Por primera vez en más de dos décadas, México superó a China como el principal exportador de bienes a EE.UU. el año pasado, según datos de comercio del Departamento de Comercio. China ahora es el segundo mayor exportador de bienes a EE.UU., y muy cerca detrás está Canadá. Eso representó un gran cambio respecto a lo que sucedía hace apenas dos años, cuando China era el principal exportador de bienes a EE.UU., y Canadá y México apenas se le acercaban.

Esto significa que los nuevos aranceles que Trump prometió serán prácticamente ineludibles para los estadounidenses, ya que las empresas están preparadas para trasladar los mayores costos que enfrentarán a los consumidores.