Desde 1960, décadas antes de la muerte de la reina Isabel II, la Corona británica ya tenían previsto un proceso denominado ‘Operación London Bridge’, en el que se informaban los protocolos y detalles que habría que seguir tras la muerte de la que ha sido, la monarca más lóngeva del Reino Unido.

Este 5 de febrero, el Palacio de Buckingham anunció que el rey Carlos III –sucesor de su madre, la reina Isabel II– padece de cáncer; y aunque aún no ha brindado detalles específicos, la afección benigna despertó las dudas sobre el tiempo que podría quedarle a su reinado.

La monarquía británica descartó que el cáncer del rey no tiene que ver con el tratamiento por cáncer de próstata al que se sometió recientemente. Hasta ahora, no se tienen detalles del tipo de cáncer que padece el rey, a sus 75 años de edad.
Al igual que a su progenitora, cuando asumió su reinado, algunas fuentes al interior de la monarquía aseguraron que cuando falleció la reina Isabel II, al día siguiente ya estaban preparando los cortejos fúnebres de quien ascendería al trono: Carlos III del Reino Unido.

“Desafortunadamente, desde mañana en la mañana empezará la planeación para la operación ‘Menai Bridge’, que será sobre el funeral del ahora rey Carlos III”, dijo un exoficial de protección real, Simon Morgan, al canal 9 News Australia.

Y, aunque aún no hay detalles finos acerca de las ceremonias que se llevarán a cabo, lo cierto es que podrían ser festejos luctuosos similares a los de la reina Isabell II. A muchas personas podría parecerles frívolo la muerte de un monarca, pero la Corona británica asume el compromiso de celebrar su vida y honrar su muerte, como un trabajo más de la política de dicha nación.