México: “Reporteros sin protección”
El periódico Süddeutsche Zeitung resalta: “Es un récord espantoso, incluso para México, un país más peligroso para los periodistas que cualquier otro fuera de una zona de guerra. Los reporteros son tiroteados o apuñalados, a veces decapitados e incluso desmembrados. Es una carnicería indescriptible, una violencia desatada. En 2021 fueron asesinados siete periodistas y, de seguir así, 2022 podría convertirse en el año más mortífero de la historia para los trabajadores de los medios de comunicación en México.
Las causas de la violencia residen, por un lado, en la guerra contra el narcotráfico, de la que son víctimas cada año decenas de miles de personas en todo el país. Los reporteros que informan sobre las bandas y sus maquinaciones se encuentran rápidamente en peligro de muerte. Pero el poder de la mafia y de las organizaciones criminales se ha extendido desde hace mucho tiempo a la política, a la economía y al Poder Judicial.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió en repetidas ocasiones proteger mejor a los representantes de los medios de comunicación en su país. Pero al mismo tiempo, AMLO arremete casi semanalmente contra los periodistas críticos, llamándolos ‘mentirosos’ y ‘gentuza’. Hace tiempo que López Obrador convirtió su conferencia de prensa matutina en una especie de dura guerra de posiciones, presidente contra prensa. Todo esto, según los expertos, alimenta la violencia.”
El mismo López Obrador “echa leña al fuego”
El diario Tagezeitung (taz) de Berlín también se refiere a los asesinatos de periodistas en México: “Solo se juzgan muy pocos de los asesinatos, entre otras cosas, porque los políticos corruptos, las fuerzas de seguridad y los abogados saben cómo impedirlo. Para resolver los recientes casos en Tijuana, la gobernadora del estado de Baja California, Marina del Pilar, anunció el nombramiento de un fiscal especial. Las dos víctimas de Tijuana estaban dentro de un programa de protección estatal. Pero ni siquiera la protección personal que se les proporcionó pudo salvarlos. Lourdes Maldonado fue asesinada cuando los agentes acababan de marcharse.
El asesinato de la periodista plantea interrogantes especiales. Maldonado también había explicado en la rueda de prensa presidencial de 2019 que mantenía un conflicto laboral con el empresario de medios Jaime Bonilla, y que se sentía amenazada por él. Bonilla, aliado político de López Obrador, acababa de convertirse en gobernador en ese momento.
El caso arroja luz sobre la complejidad de la cuestión. Aunque la mafia sea rápidamente señalada como autora, es frecuente que los políticos o los empresarios estén detrás de los asesinatos. Daniela Pastrana, de la red Periodistas de a Pie, señaló que en muchos estados los propietarios de las empresas de comunicación son también políticos: ‘Pocos medios de comunicación fuera de la Ciudad de México son libres y están alejados del poder político’.
López Obrador, por otro lado, rechaza la “politización”. Tras su visita a la rueda de prensa presidencial, Maldonado recibió su apoyo, dijo, y anunció que se revisaría el programa de protección. Al mismo tiempo, él mismo echó leña al fuego al denunciar constantemente a los periodistas críticos. Tres días después de la muerte de la reportera, volvió a arremeter contra los miembros de la prensa, diciendo: ‘Muy pocos periodistas cumplen la noble tarea de informar’.”
Argentina: “El tango que no termina”
El matutino Frankfurter Allgemeine Zeitung analiza las negociaciones del Gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional: “El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció el pasado viernes un ‘acuerdo’ con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que aún no es tal. Más bien, el Gobierno argentino y los representantes del FMI han concertado principios sobre cuestiones clave que son requisitos previos para un nuevo préstamo. Los detalles aún deben ser definidosy, además, aprobados por el Congreso argentino y la propia dirección del FMI. La afirmación de Fernández de que el acuerdo no contiene ninguna condición es también una verdad a medias. Gita Gopinath, vicepresidenta del Fondo Monetario, aclaró que las partes han pactado reducir el déficit primario del país (déficit del presupuesto estatal sin pago de intereses) a cero para 2025, y disminuir las subvenciones a la energía.
Esto es un buen comienzo, se podría pensar, y equivocarse. Esto no es el inicio de nada, sino la continuación de un baile que no encuentra un final. El acuerdo se refiere al 22º programa de préstamos del FMI para Argentina. Desde su ingreso en esa organización, el país sudamericano ha pedido ayuda al FMI cada tres años, en promedio. Según sus principios de préstamo, el FMI está dispuesto a intervenir cuando una crisis golpea duramente a una nación para proporcionarle un margen de maniobra financiera a fin de llevar a cabo ajustes. Además, el Fondo Monetario Internacional financia medidas preventivas contra posibles crisis. Esto suena a intervenciones de ayuda ocasionales, no a préstamos de carácter permanente.”
Autor: Gabriel González Zorrilla