El Artura está exigiendo grandes sacrificios a la marca británica…
El McLaren Artura, el híbrido enchufable de altas prestaciones de la firma, corre el riesgo de convertirse en un verdadero agujero negro para los recursos financieros de la empresa de Woking.
Según informa Autocar y confirma un portavoz de la marca, McLaren ha vendido parte de su colección de modelos históricos para financiar algunas “importantes actualizaciones técnicas” del superdeportivo híbrido enchufable. Pero el verdadero problema es que los ingresos de la venta podrían ser insuficientes.
Así es la colección de McLaren
La colección de McLaren incluye 54 coches de Fórmula 1 y varios ejemplares del legendario superdeportivo F1 y, como señala el periódico, la marca ya ha vendido algunos de sus coches históricos a clientes privados en el pasado.
En este caso, el accionista mayoritario, el fondo soberano de Bahrein Mumtalakat, ha firmado un acuerdo para invertir unos 100 millones de libras esterlinas (unos 116 millones de euros) adicionales con el fin de que los ingenieros puedan perfeccionar las mejoras técnicas del Artura.
A cambio, McLaren se habría deshecho parte de su colección, aunque no se especificó qué coches entraron en el proceso de venta. Sin embargo, tal y como admite la propia empresa, la dirección está buscando otros socios para completar todo el trabajo necesario.
Las dificultades del Artura
Presentado en la primavera de 2021, el Artura debía llegar a sus primeros clientes a finales del año pasado. Sin embargo, su lanzamiento ya se ha pospuesto varias veces.
Por ejemplo, el pasado mes de diciembre, McLaren retrasó las entregas del superdeportivo hasta el verano de 2022 por problemas con la crisis de los semiconductores.
El McLaren Artura, a prueba
Sin embargo, hace unos meses, durante las pruebas de conducción con la prensa (según informaron Autocar y Road and Track) se produjeron algunos problemas importantes con el motor y el software del vehículo.
McLaren quiere dejar claro que estos problemas se resolverán antes de que el Artura acabe en manos de los clientes. Pero para financiar su futuro, necesitan la ‘ayuda’ del pasado.
Source: Motor 1, Road and Track, Automotive News Europe