Historia de Javier Cappiello
Existen determinados carros que están destinados renacer de las cenizas, como el ave Fénix. A pesar de haber sido discontinuados de la producción, hace mucho, sortean tempestades para resistir al tiempo. Tal vez por lo que marcaron en sus entusiastas, los responsables de aún tenerlos en sus cocheras y quienes, algunos, se empeñan por aplicarle mejoras. Un ejemplo de esto es el “Phoenix”, un Chevelle de 1966, que ha sido personalizado por la casa Alhotrods.
Presentado en el SEMA Show 2024, el mega evento de automóviles customizados que se realiza en Las Vegas, este mítico ejemplar creado por Chevrolet en los años 60, ha renacido como un “muscle car” con tecnología actual que vale la pena conocer. A continuación, lo presentamos.
El “Phoenix” brilla por sus innovadoras modificaciones. Para modernizar la carrocería, los expertos de Ahotrods eliminaron los rieles de goteo y rediseñaron el panel del capó, ahora sin respiraderos. También se retiraron las manijas y emblemas originales, dándole una apariencia minimalista y aerodinámica.
Los respiraderos del capó fueron diseñados e impresos en 3D, mientras que la parrilla frontal, de aluminio cortado con láser, añade un toque de tecnología de vanguardia. El parachoques delantero fue hecho a medida y ajustado a la carrocería, lo que requirió una modificación exhaustiva de los guardabarros.
Por otro lado, en la parte trasera, se ajustó el parachoques con un receso personalizado para la matrícula y se reposicionó el tanque de combustible para integrarlo en el cuerpo del carro. El panel de luces traseras y las extensiones de los cuartos traseros fueron fabricados a mano en acero, y con un escaneo en 3D del área posterior, se imprimieron luces traseras únicas en la misma sede de Ahotrods.
Habitáculo: lujo personalizado y tecnología
El interior del “Phoenix” mantiene el espíritu clásico, pero con un enfoque de personalización moderna. Los asientos se modificaron y se construyó una consola central con biseles de interruptor impresos en 3D. El tablero cuenta con tecnología de Dakota Digital, sistema de aire Vintage Air y una columna de dirección IDIDIT con volante Sparc Industries. Además, los paneles de puerta personalizados de Fesler USA fueron terminados con inserciones de alcántara, añadiendo un toque de lujo y estilo contemporáneo.
Motor: potencia bruta y precisión de última tecnología
El corazón de este Chevelle es un motor Chevrolet Performance LSX376 equipado con una admisión personalizada de Edelbrock y dos cuerpos de aceleración DBW. La configuración de doble turbo fue construida desde cero e incluye turbinas de Comp Turbo, intercoolers aire-agua y un tanque de hielo de 3 galones en el maletero, ideal para mantener la temperatura del sistema bajo control.
Este motor respira a través de filtros K&N y se respalda con una transmisión Chevrolet Performance 4L75E y una línea de transmisión personalizada que conecta con un diferencial Ford 9” de Currie Enterprises. Toda esta potencia es gestionada por la ECU Core de HP Tuners, diseñada para ofrecer un control de precisión en el tren motriz.
Chasis y suspensión
Para soportar la potencia del motor, Ahotrods modificó el chasis e instaló un sistema de suspensión de coilovers RideTech. En cuanto al frenado, se optó por discos de 14” de Wilwood, que garantizan una detención rápida y segura. Finalmente, el “Phoenix” rueda sobre llantas personalizadas AG Wheels, envueltas en neumáticos Toyo Tires, reconocidos por su durabilidad y agarre excepcional. ¿Cómo calificas a esta máquina?
Tork US