OpenAI, la empresa responsable de ChatGPT, anunció anoche lo que era un secreto a voces. La compañía que dirige Sam Altman, respaldada por Microsoft desde 2019 con una inversión de 13.000 millones de dólares, ha lanzado por fin su propio buscador, SearchGPT. El movimiento se interpreta como un órdago a Google, el gran dominador hasta la fecha en el segmento de los buscadores, que también compite con OpenAI con su propia herramienta de inteligencia artificial (IA) generativa, el modelo Gemini.
Altman quiere trasladar el éxito de ChatGPT, el que muchos consideran el mejor gran modelo de lenguaje del mercado, a un sector en el que todavía no había entrado, pese a que los analistas lo consideraban su área lógica de crecimiento. Los grandes avances de la IA generativa, la que es capaz de crear contenidos a partir de una serie de instrucciones, ha cavado la tumba de dos segmentos que están empezando a unificarse: los asistentes de voz (como Alexa o Siri) y los buscadores convencionales. Vamos hacia una única plataforma capaz de dialogar como un humano, analizar documentos (textos, audios, imágenes o vídeos) en distintos dominios y presentar toda esa información de forma ordenada.
SearchGPT es la apuesta en esta carrera de OpenAI, empresa con la que Prisa Media, editora de EL PAÍS, suscribió un acuerdo de colaboración el pasado mes de marzo. La nueva herramienta de OpenAI está, por el momento, siendo probada por 10.000 usuarios en EE UU para “recabar opiniones”, si bien hay una lista de espera a la que solo pueden apuntarse estadounidenses.
Una de las características del buscador que destaca la propia compañía es la curación de las respuestas. “Estamos comprometidos con un creciente ecosistema de editores y creadores”, destaca OpenAI en un comunicado. “Durante décadas, la búsqueda ha sido un medio fundamental para que editores y creadores lleguen a los usuarios. Ahora estamos utilizando la IA para mejorar esta experiencia, destacando el contenido de alta calidad en una interfaz conversacional con múltiples oportunidades para que los usuarios participen”.
Una nueva forma de buscar
SearchGPT busca información de internet en tiempo real y la presenta al usuario de forma organizada. En vez de ofrecer una lista de enlaces, la presenta en forma de texto, con imágenes. Se puede pinchar en las fuentes, que vienen enlazadas, pero no es necesario hacerlo. En un ejemplo mostrado en su web, el buscador responde a la pregunta “festivales de música en Boone, Carolina del Norte, en agosto” con una serie de píldoras de cada evento con su correspondiente cartel en miniatura. El resultado final tiene una apariencia más acabada, casi como si se hubiera maquetado. Pinchando en una pestaña, se pueden desplegar los enlaces de dónde SearchGPT ha sacado la información que muestra.
Otra de las particularidades de este buscador es que, una vez realizada una consulta, se pueden hacer preguntas de seguimiento, “igual que harías en una conversación con una persona”. En otro ejemplo de búsqueda, en el que se le ha preguntado a la herramienta “cuáles son las mejores variedades de tomates”, el usuario lee la información y pregunta a continuación “cuáles puedo plantar en esta época del año”.
A diferencia de ChatGPT, el nuevo buscador no recurre a los datos con los que se ha entrenado para ofrecer las respuestas, sino que busca la información en internet. “SearchGPT es un prototipo de nuevas funciones de búsqueda diseñadas para combinar la fuerza de nuestros modelos de IA con la información de la web para ofrecerte respuestas rápidas y oportunas con fuentes claras y relevantes”, dice OpenAI en su web. El buscador tiene una opción llamada “respuestas visuales” de la que la compañía no ha ofrecido detalles por el momento.
“Obtener respuestas en la web puede requerir mucho esfuerzo y, a menudo, varios intentos hasta obtener resultados relevantes. Creemos que mejorando las capacidades conversacionales de nuestros modelos con información en tiempo real procedente de la web, encontrar lo que buscas puede ser más rápido y sencillo”, lee la web de OpenAI.
El País