LA HAYA, Holanda (AP) — El director del Programa Mundial de Alimentos dijo el miércoles que la pandemia de COVID-19 destacó la necesidad de fortalecer las cadenas de suministro vulnerables para las naciones empobrecidas que luchan por alimentar a sus poblaciones.
David Beasley, director ejecutivo del programa de alimentos de la ONU que ganó el Premio Nobel de la Paz, dijo que la pandemia ejerció más presión sobre las cadenas de suministro que llevan alimentos a los hambrientos.
“Tenemos que mantener funcionando el sistema, tenemos que asegurarnos de que somos… menos vulnerables a los impactos de tipo COVID”, dijo Beasley durante un panel virtual del Foro Económico Mundial.
“Si creen que hubo problemas para conseguir papel higiénico en Nueva York debido a la interrupción de la cadena de suministro, ¿qué creen que está sucediendo en Chad, Níger, Mali y lugares así?”, preguntó.
Beasley enfatizó que el sistema de suministro de alimentos “no está roto”, pero que el 10% de la población mundial se encuentra en la pobreza extrema, debe ser alcanzado por los proveedores y la pandemia mundial agravó los problemas existentes.
Agregó que “con 270 millones de personas al borde de la inanición, si no recibimos el apoyo y los fondos que necesitamos, habrá hambre masiva, desestabilización de naciones y migración. Y el costo de eso es mil veces mayor”.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, cuyo país es un centro de innovación agrícola y un exportador importante, anunció que su país albergaría un centro de coordinación global para los “centros de innovación alimentaria” regionales establecidos por el Foro Económico Mundial para ayudar a abordar los llamados “desafíos del sistema alimentario”.