La neumonía es una infección en los pulmones, es una enfermedad que afecta principalmente a grupos vulnerables como adultos mayores, niños o personas con defensas bajas.

Según reportan Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), diferentes bacterias como el Streptococcus Pneumoniae, Haemophilus Influenza, Mycobacterium Tuberculosis y coronavirus-2 (SARS- CoV-19) son las asociadas con los cuadros de neumonía.

La evolución de la enfermedad depende del organismo responsable de la infección, síntomas comunes son la tos, fiebre, dificultad para respirar y dolor al respirar.

Las defensas del cuerpo responden con una respuesta inflamatoria que llena los alvéolos de sangre y glóbulos blancos que a su vez producen enzimas, las cuales, en conjunto con la infección, dañan el tejido pulmonar que permite el intercambio de dióxido de carbono con el oxígeno, por lo que disminuyen los niveles de oxígeno en el cuerpo.

Cuándo la neumonía es grave
La severidad de la enfermedad depende mucho del estado de la persona que lo padezca, por lo general los adultos mayores y las personas inmunosuprimidas son las que se encuentran en más riesgo de desarrollar una neumonía y por lo general la severidad suele ser mayor.

Herramientas como el CURB-65 que evalúa el estado de consciencia del paciente, la frecuencia respiratoria, edad, entre otras variables, son usadas para evaluar la severidad de la enfermedad y a partir de esto plantear un tratamiento adecuado y oportuno.

Diagnóstico
El diagnóstico puede ser realizado principalmente por un examen médico apropiado, también le pueden solicitar estudios de imagen como una radiografía de tórax e inclusive estudios de laboratorio como una biometría hemática y una química sanguínea.

Tratamiento
Una vez realizado el diagnóstico y evaluada la severidad de la enfermedad el tratamiento se realiza con antibióticos, aporte de oxígeno y cuidados generales. La severidad de la enfermedad también puede sugerir un ingreso hospitalario en pacientes con alto riesgo de mortalidad.

A pesar de los avances que se han hecho en el manejo de la neumonía aún hay áreas de oportunidad para mejorar la atención y el tratamiento de la neumonía.

Prevención
La prevención, mediante el cese del hábito del tabaquismo, la vacunación contra influenza y vacuna contra neumococo y el uso apropiado de antibióticos podrían resultar de menos hospitalizaciones por neumonías y mejor sobrevida de los pacientes mayores de 65 años.

Neumonía y COVID-19
Si bien la neumonía viral es causada por un virus, puede volver vulnerables a los pulmones, permitiendo que ocurran infecciones secundarias, como por ejemplos, las neumonías bacterianas.

La neumonía no siempre es igual. A veces puede ser más leve, permitiendo incluso realizar las actividades diarias, por lo que se la denomina “neumonía ambulante”. Otras veces puede ser grave, enviando a las personas al hospital, donde puede resultar fundamental el uso de ventiladores para el abastecimiento de oxígeno.

Es muy pronto para conocer con certeza el porcentaje de personas con COVID-19 que desarrollarán neumonía, aunque muchos profesionales de la salud anticipan que la cifra será impactante.

La enfermedad que provoca el coronavirus suma nuevos desafíos a los profesionales para diagnosticar una neumonía.

Fuente: Hola Doctor