Una mujer de Texas intentó comprarle a su madre un niño de un año por US$500.000 mientras hacía fila en una caja de autopago de Walmart, dicen las autoridades.
Rebecca Lanette Taylor, de 49 años, de Crockett, supuestamente le dijo a la madre que estaba esperando con su bebé y su hijo pequeño que le gustaba el “pelo rubio y los ojos azules” del niño y le preguntó por cuánto podía comprarlo.
Según una declaración jurada de la policía obtenida por el sitio de noticias local The Messenger, la madre trató de reírse del comentario, pues pensó que Taylor bromeaba.
Luego, Taylor le comentó que estaba dispuesta a pagar US$250.000 y que tenía el efectivo en su automóvil, y que había esperado para comprar un niño “durante mucho tiempo”.
La madre respondió que “ninguna cantidad de dinero bastaría”, y le pidió que se alejara de su hijo.
En ese momento apareció una segunda mujer no identificada y comenzó a preguntar cuál era el nombre del niño, según la declaración jurada de causa probable presentada por la teniente del Departamento de Policía de Crocket, Ahleea Price.
Aunque la madre se negó a decirles, Taylor y la otra mujer de alguna manera supieron el nombre del niño y comenzaron a llamarlo.
La policía dice que esperó a que las dos mujeres salieran de la tienda, pero después de salir se acercaron a ella de nuevo mientras intentaba llegar a su automóvil.
“Una vez en el estacionamiento, Taylor comenzó a gritarle (a la madre), diciendo que si no aceptaba US$250.000 por él, entonces le daría US$500.000 porque lo quería y lo iba a tener”, narra la declaración jurada.
Mientras la madre se encerraba a sí misma y a sus hijos en su automóvil, Taylor se paró detrás de una SUV negra estacionada junto a la de la madre y le repitió que quería comprar al niño por US$500.000. Taylor finalmente se fue en la camioneta.
La teniente Price revisó las imágenes de circuito cerrado de Walmart y descubrió que respaldaban las afirmaciones de la madre, y fue a la casa de Taylor para hablar con ella.
Según la declaración jurada, Taylor le respondió a la oficial que “no le gustan los ladrones”.
“Entonces me dijo que podía hablar con su abogado y que saliera de su ‘precipicio’. Cerró la puerta de golpe”.
La policía obtuvo una orden de arresto y detuvieron a Taylor el 18 de enero, la acusaron del delito grave de tercer grado de venta o compra de un niño.
Taylor estuvo detenida y se fijó una fianza de US$50.000 en la cárcel del condado de Houston. Según los informes, la liberaron el jueves.