El presidente estadounidense le dijo el martes a la mayor federación sindical del país que está trabajando para reconstruir la economía, con la mira puesta en los trabajadores, en un intento por marcar un contraste con los republicanos, que han atraído recientemente más votos de la clase obrera.
“Debemos alentar los sindicatos” declaró Joe Biden. “No lo digo solamente por ser alguien a favor de los sindicatos. Lo digo porque soy pro estadounidense”.
El discurso en la convención de la central AFL-CIO en Filadelfia fue un intento del presidente de reajustar los términos del debate sobre la economía, en momentos en que su tasa de aprobación ha bajado, al tiempo que los precios al consumidor y el costo de la gasolina han subido.
La inflación, que está a su nivel más alto en más de 40 años, ha hecho que los votantes se sientan pesimistas sobre la economía, pese a una recuperación tras la recesión de la pandemia que ha llevado a fuertes contrataciones y una saludable tasa de desempleo de 3,6%.
El martes, el presidente trató de recordarle a la audiencia de las filas para comprar comida y los despidos durante la pandemia que precedieron a su presidencia, en contraste con las mejoras en los presupuestos familiares tras su llegada a la Casa Blanca.
Sin embargo, aunque la economía ha ganado puestos de trabajo, la inflación ha dejado a muchos trabajadores sintiéndose peor, pues los salarios no han mantenido el paso del costo de la vida. El viernes, el Departamento de Trabajo dijo que el salario promedio por hora, ajustado a la inflación, ha caído más de 3% en el último año.
La inflación ha dejado vulnerables a Biden y el control demócrata de la Cámara de Representantes y el Senado de cara a las elecciones intermedias de noviembre. Los legisladores republicanos han culpado al paquete de 1,9 billones de dólares de ayuda por el coronavirus por el comienzo de la inflación el año pasado. Dicen además que el gobierno de Biden ha restringido demasiado la producción nacional de crudo.
“Los presupuestos de las familias trabajadoras quedaron relegados por las prioridades de la extrema izquierda”, declaró el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch MConnell, en un discurso el lunes.