Hoston, Texas (AP) — Las autoridades mexicanas anunciaron el martes una rotación de apagones que afectará a 12 estados que abarcan más de la tercera parte del país, desde el norte hasta la región centro del territorio, obligando al cierre de cientos de fábricas.
El anuncio del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) marca el tercer día consecutivo en que, debido a una serie de tormentas invernales en Texas, se recortó el suministro de gas natural que México importa para generar buena parte de su electricidad en el norte del país.
El lunes, los apagones afectaron a 5,9 millones de viviendas y negocios en 23 estados, mientras que la rotación de interrupciones en el suministro eléctrico del martes se resintió en 26 de las 32 entidades, afectado al 8% de los consumidores del país. El martes, 540.000 consumidores en los estados de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, todos en la frontera con Estados Unidos, se quedaron sin luz por un tiempo prolongado.
Las autoridades aseguran que intentaban limitar la rotación de apagones a 15 o 30 minutos por lugar, pero también dijeron que serían aleatorios y, por lo tanto, impredecibles.
Cientos de fábricas, quizá hasta 1.600, se vieron obligadas a cerrar debido a la falta de electricidad, lo que dejó a cientos de miles de personas sin trabajo, indicó el Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación.
El organismo se quejó de que las autoridades anunciaban los apagones vía Twitter sin advertencias ni coordinación. El presidente del consejo, Luis Hernández, pidió que se organizaran los cortes eléctricos, tal vez en periodos predecibles, a fin de que las industrias pudieran planear sus cierres.
“No podemos estar diciendo a la gente: ‘Busque en Twitter’”, comentó.
Rosalinda Torres, directora del consejo de maquiladoras en la ciudad norteña de Matamoros, señaló que todas las fábricas de la ciudad permanecieron cerradas.
“Van a ser millonarias las pérdidas”, subrayó.
Buena parte del norte del país continúa sin servicio eléctrico estable, y los apagones del martes también afectarían a millones de personas en el corazón industrial del centro de México, e incluso estados más al sur, como Guerrero.
Desde el domingo pasado, las gélidas temperaturas en Texas desataron una serie de eventos que dejaron sin luz a una amplia porción del norte de México.
En general, México utiliza gas para generar alrededor del 60% de su electricidad, en comparación con 40% en Estados Unidos. México construyó los ductos para sacar provecho de los bajos costos del gas natural en Estados Unidos, obtenido generalmente mediante fracking, pero México no permite dicha práctica en su territorio.
La CFE señaló que busca compensar la escasez al canalizar más electricidad de plantas hidroléctricas y termoeléctricas de carbón, además de usar gas transportado en buques cisterna. Pero la CENACE indicó que aún existe un déficit de 2.200 megawatts de carga, lo que obligó a las autoridades a implementar la rotación de recortes al suministro.
Muchos mexicanos se preguntaron por qué su país depende tanto del suministro estadounidense y por qué México no cuenta con reservas de gas más que para unas cuantas horas.
Las autoridades sabían que la tormenta se aproximaba, escribió el columnista Javier Tejado en el diario El Universal, pero “a pesar de ello, la Comisión Federal de Electricidad no quiso o no pudo tomar las previsiones necesarias para asegurar que a millones de mexicanos no les faltara electricidad en días tan fríos”.
Se trata del más reciente tropiezo para la CFE, que se ha convertido en el proyecto favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien quiere reducir el papel del sector privado en la generación de electricidad.
En enero, la CFE reconoció que había presentado un reporte apócrifo sobre un apagón ocurrido el 28 de diciembre, en el que responsabilizó a un incendio forestal ocurrido bajo las líneas de transmisión de provocar un corte en el servicio durante dos horas que afectó al 25% de los consumidores del país.
López Obrador no sólo ha defendido a la compañía, sino que busca eliminar la competencia de plantas de generación de energías más limpias y de capital privado.
En enero presentó una propuesta que pondría a las plantas de gas natural y de energías renovables —muchas de ellas construidas con inversión privada— al fondo de la lista de prioridades para compra de electricidad. Los predecesores de López Obrador alentaron la construcción de dichas plantas privadas y de energías renovables a fin de reducir las emisiones de carbono.