Arlington (EE.UU.), 3 nov (EFE).- Los republicanos de EE.UU. conquistaron este martes la Gobernación de Virginia y están disputando la victoria en Nueva Jersey, en lo que supone un revés para el presidente estadounidense, Joe Biden, en su primera cita electoral tras llegar a la Casa Blanca.

Pasada la medianoche, las principales televisiones del país declararon como ganador en Virginia al republicano Glenn Youngkin, un empresario sin experiencia política que se enfrentaba al demócrata Terry McAuliffe, quien ya gobernó el estado entre 2014 y 2018.

Las elecciones en Virginia y Nueva Jersey suponen un referéndum sobre los primeros meses de Gobierno de Biden y, además, son un primer medidor de la actitud de los estadounidenses de cara a las elecciones legislativas de 2022, en las que los demócratas temen perder sus mayorías en el Congreso.

BAILANDO DE ALEGRÍA

En un acto electoral en Chantilly, Youngkin salió al escenario mientras el público gritaba su nombre: “¡Glenn, Glenn, Glenn!”. Y al ritmo de la canción “Spirit in the Sky”, se puso a bailar y a dar palmas para celebrar la primera victoria republicana para la Gobernación de Virginia desde 2009.

“¡Esto ya no es una campaña, esto es un movimiento!”, clamó Youngkin, de 54 años, mientras el público aplaudía a rabiar.

Enseguida, republicanos del Congreso reclamaron la victoria de Youngkin como propia y avanzaron la narrativa de que se trata solo de una señal de la “ola roja” (el color del Partido Republicano) con la que quieren recuperar el Congreso en 2022 y la Casa Blanca en 2024.

En un comunicado, el expresidente Donald Trump (2017-2021) automáticamente dio crédito a su base electoral por haber “salido a votar con fuerza” y haber convertido a Youngkin en gobernador de Virginia durante los próximos cuatro años.

“Mi movimiento es más grande y más fuerte que nunca”, proclamó Trump.

Youngkin, sin embargo, ha tratado de mantener cierta distancia con el exgobernante en un complicado equilibrio para movilizar a sus seguidores, pero sin asustar a los votantes republicanos tradicionales que se concentran en las zonas residenciales adineradas de los suburbios.

Para apelar a los dos grupos de votantes, Youngkin convirtió la influencia de los padres en las escuelas en un eje central de su campaña.

Él mismo se retrató como un padre preocupado por la educación de sus hijos, criticó el cierre de los colegios durante la pandemia y prometió desterrar de las escuelas la teoría crítica de la raza, una doctrina académica que considera que el pasado esclavista de EE.UU. es el origen del racismo sistemático que aún existe.