Los fiscales de la Cámara de Representantes iniciaron este miércoles sus argumentos y la presentación de pruebas contra el expresidente Donald Trump en el juicio político en su contra que se celebra en el Senado por incitar el violento asalto al Capitolio de sus seguidores el pasado 6 de enero.
En el segundo día del impeachment, tras el debate y votación ayer que consideró constitucional enjuiciar a Trump aunque ya no esté en la Casa Blanca, los fiscales presentaron una grabación inédita de cámaras de seguridad que muestra “una nueva perspectiva de la violencia extrema”, y prueba lo cerca que estuvieron los asaltantes de los congresistas.
La delegada de las Islas Vírgenes Stacey Plaskett, una de las fiscales demócratas, presentó un relato casi minuto a minuto de lo que sucedió cuando el Capitolio fue tomado por la turba de simpatizantes de Trump.
“Varias lesiones en el Capitolio. Varias lesiones”, dice un oficial en un clip de audio.
El telefonista de la policía le responde: “Tienes un grupo de unos 50 cargando colina arriba en el frente oeste, justo al norte de las escaleras. Se están acercando al muro”.
Se escucha a un oficial pidiendo refuerzos, diciendo que los insurrectos estaban derribando las puertas de seguridad y arrojando postes de metal a los oficiales. Un agente también dijo que la gente comenzó a lanzar explosivos.
“Un momento de la verdad”
“Este es un momento de la verdad en Estados Unidos”, dijo el representante Jamie Raskin, el prinicipal fiscal, al dar inicio a los argumentos pasado el mediodía. Raskin señaló que el ataque al Capitolio fue “organizado” y “planeado” durante meses para evitar que se declarara la victoria del presidente, Joe Biden.
El fiscal mostró la “responsabilidad personal” de Trump haciendo un recuento de los mensajes del expresidente convocando una acción tras la otra después de perder las elecciones y específicamente a la marcha realizada el 6 de enero y cómo incentivó a la multitud a “luchar” ese día. Incluso luego del ataque, el expresidente no condenó lo ocurrido y se rehusó a aceptar su derrota electoral.
Raskin negó además que el motivo del impeachment sean las diferencias políticas entre el Partido Demócrata y Donald Trump, como asegura la defensa. La acusación se basa, en cambio, en hechos concretos que muestran el rol que tuvo en el ataque, indicó. Agregó que incitar a la violencia no está protegida por el derecho a la libertad de expresión de la primera enmienda.
El representante Joe Neguse, otro de los fiscales, indicó a su turno que Trump el poder de detener a la multitud, que “sólo lo escuchaba a él”, y no lo hizo. “¿Cuántas muertes se podrían haber evitado?”, preguntó en su exposición.
Neguse señaló declaraciones de los atacantes que hubieran matado al exvicepresidente, Mike Pence, y a Nancy Pelosi, la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, si tenían la posibilidad. También citó frases que muestran la sumisión de los fanáticos a Trump como: “El presidente Trump nos está convocando a luchar” y “Nuestro presidente nos quiere acá. Esperamos y seguiremos órdenes de él”.
Un video inédito del asalto al Capitolio
“Estaremos uniendo todas las pruebas en un caso convincente que lo dejará claro para todos —demócratas, republicanos, todos— que Donald Trump cometió el crimen constitucional más atroz posible”, indicaron los fiscales el miércoles a la mañana, anticipando la presentación de grabaciones inéditas.
Para exponer los argumentos en contra de Trump, tienen 16 horas, entre el miércoles y el jueves; después los abogados del expresidente comenzarán su defensa con la misma cantidad de tiempo asignada, según el cronograma del juicio acordado. Se espera entonces que el juicio se extienda hasta el fin de semana e incluso más allá.
Los fiscales saben que es complicado lograr una condena, pero tienen la esperanza de convencer a los senadores republicanos más escépticos antes de la votación final. Necesitan del voto de al menos 17 de ellos para, sumado al de todos los demócratas, alcanzar la mayoría de dos tercios para condenar a Trump.
La defensa, por su parte, planea argumentar que el expresidente no incitó a la violencia, que los agitadores actuaron por propia voluntad, y que su discurso antes del asalto está protegido por la libertad de expresión.
Cuando se terminen los argumentos de apertura, los senadores podrán interrogar a las dos partes durante cuatro horas enviando preguntas por escrito al senador demócrata Patrick Leahy, quien preside el juicio.
Las “instrucciones específicas” de Trump
El representante Joaquin Castro, otro de los fiscales, enfatizó en la presentación de argumentos que Trump se negó a aceptar el voto popular y a una transición pacífica de poder. Recordó, por ejemplo, cuando Trump pidió que se detenga el conteo y sus seguidores protestaron en centros electorales. “Sus palabras se convirtieron en acciones”, señaló.
El expresidente en “miles de tuits, discursos y actos de campaña” urgió a sus seguidores oponerse a los resultados de las elecciones y “muchos creyeron en la gran mentira de Trump de que la elección había sido robada”, dijo el fiscal.
Trump dio “instrucciones específicas” durante dos meses. “Les dijo que se presentaran el 6 de enero y que marcharan al capitolio de Estados Unidos y que lucharan como el infierno”, dijo Castro.
El fiscal reconoció que puede decirse que el exmandatario desconocía que llevaban armas. “Pero cuando lo supo, cuando se podía ver en todas las noticias [en el ataque al Capitolio], no los detuvo”, señaló.
Los fiscales de la Cámara también recordaron que Trump invirtió millones en una campaña de publicidad para fomentar un rechazo al resultado electoral y remarcaron que estaba destinada a terminar el 6 de enero. El exmandatario también incentivó personalmente a los atacantes en sus publicaciones en Twitter.
Escaso apoyo republicano (por el momento)
El histórico juicio contra el expresidente comenzó el martes con un debate de más de cuatro horas en torno a si era constitucional enjuiciarlo una vez que ha dejado la Casa Blanca.
Los fiscales presentaron un duro video del asalto al Congreso y emotivos testimonios. Los abogados de Trump señalaron que el juicio “destrozará al país”, con una estrategia de defensa que desató críticas incluso en las filas republicanas, además del enfado del propio expresidente.
El Senado aprobó finalmente que el juicio político es constitucional y debe continuar.
Sólo seis senadores republicanos votaron a favor de continuar con el juicio, y la mayoría ya había criticado el comportamiento del exmandatario. Los legisladores que dieron su apoyo fueron: Susan Collins, por Maine; Ben Sasse, por Nebraska; Mitt Romney, por Utah; Lisa Murkowski, por Alaska; Pat Toomey por Pennsylvania; y Bill Cassidy, por Louisiana.