Por Brandy Zadrozny – NBC News
Las agencias federales y estatales de seguridad en Estados Unidos están preparándose para las manifestaciones violentas que planean grupos conservadores y extremistas radicales en Washington D.C. en los días previos a la toma de posesión de Joe Biden.
Y si bien se han realizado preparativos importantes en los alrededores del Congreso, en la capital, existe una creciente preocupación de que los 50 Capitolios de todo el país también sean blanco de ataques. Muchas de estas sedes legislativas ya han sido escenario de protestas armadas, arrestos y violencia.
Más de una docena de volantes en línea están publicitando mítines a favor de Trump en los Capitolios estatales, según un análisis en redes sociales de NBC News, la cadena hermana de Noticias Telemundo. “La libertad es un derecho”, dice uno de los volantes más populares; “Niégate a ser silenciado”, se lee en otro.
Facebook ha estado rastreando muchos de estos volantes en sitios alternativos populares entre los grupos de milicias y los seguidores de QAnon y bloqueándolos de manera preventiva, como parte de su respuesta al aumento de los esfuerzos en línea que podrían desencadenar más violencia, según un portavoz de la empresa, quien pidió no ser identificado por motivos de seguridad.
Los Capitolios estatales, considerados por mucho tiempo lugares de reunión en los que los activistas protestan y, a veces, se enfrentan con contramanifestantes, están bajo alerta. Según reportes, el FBI envió un memorando a las agencias de seguridad en todo el país advirtiendo sobre posibles protestas armadas en las sedes legislativas nacionales a partir de la próxima semana, basándose parcialmente en las conversaciones en redes sociales.
Estas plataformas han tomado medidas sin precedentes en los últimos días para mantener sus sitios libres de contenido que pueda incitar a más violencia, incluida la suspensión de las cuentas de Twitter y Facebook del presidente, Donald Trump. Pero las amenazas de violencia en línea en los próximos eventos persisten.
Ahora, la planificación de manifestaciones de este tipo ha sido en su mayoría relegada a aplicaciones menos populares y alternativas, más difíciles de encontrar para otros extremistas, pero también para las fuerzas del orden y los investigadores que los rastrean.
Este rastreo puede ayudar a detener otra movilización masiva en Washington, pero es menos efectivo con los extremistas a nivel estatal que ahora dependen menos de la organización y el reclutamiento en línea, dijo Melissa Ryan, directora ejecutiva de Card Strategies, una firma consultora que investiga el tema de la difusión de información falsa.
“La infraestructura en los estados ha estado allí más tiempo de lo que vimos en D.C.”, dijo Ryan, y agregó que las protestas en los Capitolios estatales el año pasado que exigían reabrir la economía y levantar las restricciones de por el COVID-19 fueron “centralizadas”.
“Se movilizaron a través de grupos de Facebook y se apoyaron en la infraestructura existente y crearon estas células locales que aún están activas”, dijo. “No se han detenido”.
Aunque no está claro qué amenaza real enfrentan los estados, todo parecen estar en alerta máxima.
Efectivos de la policía y la Guardia Nacional ya han sido desplegados y se han llevado a cabo arrestos en los edificios estatales de Washington e Idaho. Las ventanas del Capitolio estatal en Wisconsin han sido tapiadas, y Michigan prohibió que se porten armas de fuego dentro de su Capitolio.
Aparentemente inspirados por una manifestación por el derecho a portar armas que atrajo a cientos de miles de personas al Capitolio del estado de Virginia en enero pasado, los partidarios de Trump, algunos de ellos armados, han inundado los parlamentos estatales desde Sacramento, California; hasta Tallahassee, Florida, desde que la pandemia comenzó, para protestar contra las medidas de cierre destinadas reducir la propagación del coronavirus. También han enfrentado e intimidado a activistas que marcharon en favor del movimiento Black Lives Matter.
En Michigan, las fotografías de una protesta en abril mostraron a manifestantes armados y vestidos con uniformes militares, mientras corrían y ocupaban el Capitolio en Lansing durante una votación para extender las restricciones por el COVID-19. Más tarde, dos hombres fueron acusados de un complot para secuestrar a la gobernadora, Gretchen Whitmer.
Cuando la turba violenta irrumpió en el Capitolio de la nación la semana pasada, los manifestantes que se dieron cita en los parlamentos estatales para participar en manifestaciones más pequeñas, aplaudieron la noticia del asalto en D.C.
Muchas de las manifestaciones que tuvieron lugar en la primavera y el verano se planearon desde Facebook, dijo Diara J. Townes, investigadora de First Draft, una organización sin fines de lucro que rastrea la propagación de información errónea.
Pero desde el mortal motín del Capitolio, los activistas conservadores han comenzado a usar la plataforma de Facebook y los grupos existentes allí como una especie de puente, enviando seguidores a espacios privados, como aplicaciones encriptadas y plataformas de redes sociales específicamente para conservadores radicales y miembros de milicias.
“Así evitan las advertencias, y que sus contenidos sean moderados”, dijo Townes.
La turba del Capitolio ha servido de inspiración a los organizadores de extrema derecha.
Varios carteles que se han publicado en los foros de Boogaloo y QAnon e invocan a Ashli Babbitt, la veterana de la Fuerza Aérea y creyente de esa teoría de la conspiración que fue asesinada a tiros durante los disturbios del Capitolio cuando intentaba entrar a una sala restringida.
Varios de los volantes que convocan a un evento promocionado bajo el nombre Marcha del millón de mártires el día de la asunción de Biden incluyen ilustraciones de Babbitt.
Pocos volantes ofrecen detalles sobre los organizadores. Varios están firmados por “gente común que está cansada de que los pisoteen”. Parte de la discusión en los foros web antigubernamentales Boogaloo (donde los usuarios crean y publican volantes que de una manera extraña hablan de los derechos civiles, los derechos de las mujeres y la unidad) sugiere que los activistas antigubernamentales podrían sembrar el caos en los Capitolios estatales, con el fin de avanzar su agenda.
“Vimos esto en la primavera, el movimiento Boogaloo usó las protestas de Black Lives Matter como una oportunidad para usar a la multitud como cubierta para atacar a las fuerzas del orden”, dijo Marc-André Argentino, un investigador que rastrea a extremistas en línea y ha seguido su migración a otras plataformas luego de que fueron expulsado de las plataformas mainstream.
“Los extremistas en el mainstream están enojados por lo que sucedió el 6 de enero y se están preparando para manifestarse y protestar nuevamente”, dijo Argentino. “Los extremistas violentos que han estado en este espacio durante años están aprovechando esto como una oportunidad para reclutar, reforzar sus filas y prepararse para el impacto de la reacción significativa del Gobierno, para potencialmente iniciar un conflicto violento real”.
La mayoría de los volantes que anuncian los próximos eventos en diferentes estados ya estaban circulando en línea semanas y meses antes de los disturbios en el Capitolio. Un evento programado para el día de la toma de posesión, anunciado como la Marcha del Millón de Milicias, por ejemplo, se promovió por primera vez en diciembre en la plataforma Wimkin, una alternativa conservadora a Facebook.
De hecho, uno de los primeros comentarios sobre las publicaciones originales del planificador de este evento dice: “No podemos esperar hasta el 20 (de enero). Tenemos que movilizarnos para actuar el día 6”.
La violencia transmitida en por televisión en vivo durante el asalto al Capitolio y la posterior respuesta de las fuerzas del orden público pueden resultar en menos manifestaciones y eventos públicos organizados por extremistas, según Anne Berg, profesora asistente de Historia en la Universidad de Pennsyvania y experta en la historia de la Alemania nazi y el extremismo.
Berg hizo una comparación con el mitin de supremacistas blancos Unite the Right de 2017 en Charlottesville, Virginia, el rostro moderno del odio en el país quedó expuesto, tras el asesinato de un contramanifestante.
“De repente, la gente comienza a darse cuenta, ‘Dios mío, esto es real. Esto realmente está sucediendo ‘”, dijo.“Y el movimiento se retiró de la esfera pública y volvió a estar presente en línea. Pero eso no significa que el movimiento se haya reducido”.
“Personalmente, estoy menos preocupada por las próximas dos semanas”, dijo Berg, “que por los próximos años”.