San José, 17 dic (EFE).- La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, tildó este martes de “sanguinario” al “Occidente del primer mundo”, a quien atribuyó la muerte en un atentado con bomba del teniente general Ígor Kirílov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia.
Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, dijo a través de medios oficiales en Managua que Ucrania, que se ha reivindicado el asesinato este martes en Moscú del teniente general ruso, recibe “instrucciones de Occidente, que de Occidente no tiene nada”.
“No es el Occidente que nos represente a todos, es el Occidente de ese primer mundo sanguinario, que desata crímenes contra pueblos indefensos como el pueblo palestino”, lanzó Murillo.
La vicepresidenta y primera dama nicaragüense dijo que ese “mismo Occidente del primer mundo” se mueve “con terrorismo”.
“Queremos condenar enfáticamente eso que vemos desgraciadamente todos los días en el Mundo que ellos quieren dominar, porque un atentado, un crimen, una acción criminal, una acción terrorista como esta, eso es lo que pone en evidencia”, expuso.
“Quieren dominar el Mundo, y saben que la Federación de Rusia trabaja por un mundo multipolar, donde todos los pueblos libres, con derechos, seamos voces y seamos protagonistas de este otro tiempo de la historia”, agregó.
Murillo dijo que el Gobierno de Nicaragua, que es aliado de Rusia, condena “enfáticamente toda acción terrorista, y esta en particular, viniendo de donde sabemos que viene, y, además, sabiendo también leer lo que representa, el significado” del asesinato del jefe de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia.
“Y una vez más, nuestra solidaridad indoblegable con la Federación de Rusia en esa lucha que es una lucha de todos contra el fascismo y para defender la paz en el Mundo”, señaló.
El Kremlin se ha abstenido de comentar el atentado contra la figura más notable cometido por Kiev en territorio ruso desde el comienzo de la guerra.
Según el Comité de Instrucción de Rusia, la bomba fue accionada cuando Kirílov, de 54 años, salía de su domicilio acompañado de su ayudante, que también murió en el atentado.
Los investigadores establecieron que el artefacto explosivo, de una potencia equivalente a 300 gramos de trilita, se hallaba oculto en un patinete eléctrico que estaba junto al portal del edificio de viviendas en el sureste de la capital rusa.
La explosión, que se produjo pasadas la 6:00 hora local (3:00 GMT), fue de tal potencia que saltaron los cristales de la ventanas de las tres primeras plantas del inmueble.
Según la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, que cita a los servicios de emergencia, la bomba fue activada a distancia, por señales de radio.
Kirílov, al frente de defensa radiológica, química y biológica de Rusia desde 2017, ofrecía regularmente comparecencias de prensa en las que entre otros asuntos aludía a “laboratorios biológicos estadounidenses” en Ucrania.
(c) Agencia EFE