Historia de Olga R. Rodriguez and Manuel Valdes
Un gato gris que llevaba una vida extraordinaria de visitas a la playa y viajes al lago emprendió su mayor aventura en solitario: recorrer cientos de kilómetros desde Wyoming hasta California.
Pero sigue siendo un misterio cómo el felino llamado Rayne Beau —homófono de “rainbow” (arcoíris)— regresó a casa dos meses después de perderse en el Parque Nacional de Yellowstone durante una acampada de verano.
Benny y Susanne Anguiano y sus dos gatos llegaron al parque de casas rodantes Fishing Bridge de Yellowstone el 4 de junio, el primer viaje que hacían los felinos a un bosque. Pero poco después de que arribaron, Rayne Beau se asustó y echó a correr hacia los árboles cercanos.
La pareja lo buscó durante cuatro días e incluso le dejó al aire libre sus golosinas y juguetes favoritos. Cuando por fin tuvieron que volver a Salinas, California, el 8 de junio, Susanne Anguiano dijo que se sentía destrozada, pero nunca perdió la esperanza de encontrarlo.
“Estábamos entrando al desierto de Nevada y, de repente, vi un arcoíris doble. Le tomé una foto y pensé: eso es una señal. Es una señal de que nuestro arcoíris va a estar bien”, dijo.
En agosto, los Anguiano recibieron una noticia asombrosa cuando una empresa de microchips les envió un mensaje informándoles que su gato se encontraba en la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA, por sus siglas en inglés) de Roseville, California, a casi 1.448 kilómetros (900 millas) de Yellowstone. Estaba a tan sólo unos 322 kilómetros (200 millas) de su casa en Salinas.
Una mujer que vio por primera vez a Rayne Beau deambulando por las calles de Roseville, una ciudad del norte de California, le dio comida y agua hasta que lo atrapó el 3 de agosto y lo llevó a la sede local de la SPCA.
Al día siguiente, los Anguiano manejaron hasta Roseville y recogieron a su gato, que había perdido 2 kilos (6 libras).
“Creo sinceramente que hizo ese viaje casi por sí solo. Sus patas estaban sumamente maltratadas. Perdió el 40% de su peso corporal, tenía niveles realmente bajos de proteína debido a una nutrición inadecuada. Nadie lo había cuidado”, explica Susanne Anguiano.
La pareja sigue sin saber cómo su gato llegó a Roseville, pero creen que intentaba volver a casa. Se han puesto en contacto con los medios de comunicación con la esperanza de averiguar qué pasó.
Benny Anguiano dijo que, además de ponerles microchips a sus gatos, ahora también les han colocado AirTags (dispositivos localizadores de Apple) a dos de ellos, y a Rayne Beau le han puesto un geolocalizador.
A los gatos les encanta viajar en la casa rodante y mirar por sus grandes ventanillas, desde las cuales observan a ciervos, ardillas y otros animales. Pero por ahora la familia dice que no está preparada para volver a viajar con sus mascotas, señaló.
“Perderlo nos dejó una sensación muy fea”, dijo Benny Anguiano. “Tendremos que practicar acampar en casa y acampar en la entrada para que se acostumbre”.
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