Según el director adjunto de la CIA, los sospechosos del ataque fallido de los conciertos de Taylor Swift en Viena tenían la intención de matar a “decenas de miles” de fans.
La CIA notificó a las autoridades austríacas de del ataque planeado, cuyos autores tenían vínculos con el Estado Islámico. Debido a la información recopilada por los servicios de inteligencia y las subsiguientes detenciones que se realizaron, se cancelaron tres conciertos de la gira, cuyas entradas se habían agotadas. Supuso un duro golpe para los fans que habían viajado desde todas partes del mundo para ver a la estrella de pop en vivo.
David Cohen, director adjunto de la CIA, se refirió al atentado fallido durante una cumbre anual sobre inteligencia y seguridad en los Estados Unidos, celebrada esta semana en Maryland.
“Estaban conspirando para matar a un gran número (decenas de miles) de personas en este concierto, incluidos, sin duda, muchos estadounidenses. Los planes estaban bastante avanzados”, expresó Cohen el miércoles. “Las autoridades austríacas pudieron realizar esas detenciones porque la CIA y nuestros socios de la comunidad de inteligencia les proporcionaron información sobre los planes de este grupo de personas, que tenían conexiones con ISIS.
Según las autoridades austríacas, el principal sospechoso, un ciudadano austríaco de 19 años, había sido radicalizado por propaganda del Estado Islámico. Al parecer, planeaba llevar a cabo el ataque con cuchillos o explosivos caseros fuera del estadio, donde se esperaba la asistencia de más de 30.000 personas. Se esperaba la asistencia de 65.000 personas dentro del estadio Ernst Happe. Los investigadores hallaron sustancias químicas y artefactos explosivos improvisados durante una redada en el domicilio del sospechoso.
Gerhard Karner, ministro del Interior austríaco, declaró que se necesitaba la ayuda de otras agencias de inteligencia porque los investigadores austríacos, a diferencia de algunos servicios de inteligencia, no pueden vigilar legalmente los mensajes de texto.
El abogado del joven de 19 años sostuvo que las autoridades austriacas “exageraban los hechos” con el fin de aumentar sus poderes de vigilancia.
Por su parte, Swift rompió su silencio sobre las cancelaciones de los recitales la semana pasada, una vez concluidos sus conciertos en Londres.
“Fue terrible tener que cancelar nuestros conciertos en Viena”, escribió en un comunicado publicado en Instagram. Agregó: “El motivo de las cancelaciones me renovó los miedos que ya tenía, y me dio una tremenda sensación de culpa porque mucha gente había planeado asistir a esos espectáculos”.
También agradeció a las autoridades: “Gracias a estas personas, lamentábamos la cancelación de conciertos y no la pérdida de vidas”. Además, explicó que había esperado el final de la gira para pronunciarse sobre el tema para dar prioridad a la seguridad.
“Sinceramente, evité abordar determinados temas para no provocar a quienes querrían hacer daño a los fans que acuden a mis espectáculos”, escribió.
Un portavoz de la productora del concierto, Barracuda Music, dijo que habían cancelado la gira de tres noches en Viena, que habría comenzado el 8 de agosto, porque habían detenido a los sospechosos del atentado pocas horas antes del comienzo del espectáculo.
El principal sospechoso y un joven de 17 años fueron detenidos el 6 de agosto, un día antes de que se anunciaran las cancelaciones de los conciertos. Un tercer sospechoso, de 18 años, fue detenido el 8 de agosto. Sus nombres no se han hecho públicos en cumplimiento de las normas austríacas de protección de la identidad.
Los recitales en Londres, la siguiente parada después de Viena, se realizaron poco después de un ataque en una clase de baile infantil con temática de Swift, que dejó a tres niñas muertas en el Reino Unido. En un comunicado emitido tras este último atentado, Swift afirmó estar “profundamente conmocionada” y admitió que le faltaban las palabras para “transmitir [sus] condolencias a las familias”. Los medios de comunicación informaron de que Swift se reunió con algunos de los supervivientes entre bastidores en Londres.
El atentado fallido se produce siete años después de que un terrorista yihadista suicida matara a 22 personas en un concierto de Ariana Grande en Mánchester, en el norte de Inglaterra. La bomba detonó al final del concierto de Grande cuando miles de jóvenes fans se marchaban. Se convirtió en el atentado extremista más mortífero de los últimos años en el Reino Unido.
El miércoles, Cohen elogió la labor de la CIA en la prevención de los actos de violencia planeados, al afirmar que suelen pasar desapercibidos algunos “éxitos” de la lucha antiterrorista.
“Dentro de mi agencia, y estoy seguro de que en otras, mucha gente pensaba que era un excelente día para el personal que trabaja en [la sede de la CIA]. Y no solo para los swifties de mi plantilla”, manifestó.
Traducción de Anna McDonnell