Estados Unidos bombardeó este jueves supuestas posiciones de milicias proiraníes en Siria, el primer ataque ordenado por el presidente, Joe Biden, desde su llegada al poder, según informó el Pentágono.

“Bajo instrucciones del presidente Biden, las fuerzas militares de Estados Unidos realizaron esta noche ataques aéreos contra la infraestructura utilizada por grupos militantes respaldados por Irán en el este de Siria”, indicó Washington en un comunicado.

Fuentes cercanas a la Casa Blanca aseguraron que se trata de una aparente respuesta a los ataques con cohetes contra objetivos estadounidenses sufridos recientemente en Irak.

La ofensiva, aprobada por el presidente Biden, ha sido limitada, lo que permite reducir el riesgo de una escalada de tensión entre países, especialmente con Rusia, principal aliado del dictador sirio Bachar al Asad.

El Gobierno iraquí está llevando a cabo su propia investigación del ataque que el 15 de febrero hirió a estadounidenses, así que la decisión de atacar solo en Siria y no en Irak, le evita responder y le concede tiempo.

Los ataques con cohetes contra las posiciones de Estados Unidos en Irak coincidieron con las conversaciones entre Washington y Teherán para recuperar el acuerdo nuclear de 2015 abandonado por el expresidente Donald Trump. En el ataque del 15 de febrero, una serie de cohetes alcanzaron la base militar estadounidense ubicada en el Aeropuerto Internacional de Erbil, en la región dirigida por los kurdos, lo que causó la muerte de un contratista no estadounidense e hirió a varios contratistas estadounidenses.

Agencias