El cuerpo de una activista medioambiental fue hallado enterrado bajo un montón de ropa en una casa abandonada de Chile.
La policía encontró a Javiera Rojas, de 43 años, con las manos y los pies atados en una de las habitaciones de la casa el domingo en la ciudad de Calama, en la región de Antofagasta, al norte del país.
Los investigadores dijeron que tenía múltiples heridas en su cuerpo. Los vecinos habían alertado a las autoridades chilenas.
En su país, Rojas era conocida por oponerse a las represas y defendía las tierras de la localidad de El Durazno, situada en el valle de Cogotí, en la región de Coquimbo. Rojas se opuso a la instalación del embalse La Tranca, según reportó el diario Elmostrador del país.
Había dicho que la instalación del embalse significaría la inundación de la mitad del pueblo.
Gonzalo Gómez, vocero de la Agrupación Ecológica Valle de El Durazno -formada en contra de la construcción del embalse y presidida por Rojas- había mencionado que el pueblo ya se inundaba por el embalse, por lo que la gente estaba en contra, según una cita de 2017 citada por Elmostrador.
Dos hombres se encuentran detenidos por la policía chilena -incluida la pareja de Rojas- en relación con el asesinato.
Los legisladores pidieron al gobierno que inicie una investigación sobre su asesinato. La diputada de Antofagasta, Catalina Pérez, escribió en un tuit en español que “sea el resultado de un feminicidio o por su activismo, es muy serio”.
El diputado Daniel Núñez también tuiteó, calificando la muerte de Rojas como “indignante”.
Yasna Provoste, senadora y ex candidata presidencial de la coalición de partidos de centro-izquierda Nuevo Pacto Social, expresó que la muerte de la activista “debe ser investigada a fondo y con prontitud. Su caso no puede quedar impune. Mis condolencias a su familia y a sus compañeros en defensa del medio ambiente”.
Una organización ecologista, el MAT (Movimiento por el Agua y Los Territorios), dijo en un comunicado que “la violencia es permanente en esos territorios, y puede llegar a instancias tan horrorosas como la vivida por nuestra compañera, haciendo visible la cruel alianza que existe entre el activismo y el patriarcado.”
El comisario Roberto Paz, del departamento de policía de Calama, declaró al medio local El Referente que “se logró identificar a dos imputados, uno de nacionalidad chilena y otro de nacionalidad venezolana, ambos mayores de edad que fueron detenidos a las pocas horas de la madrugada de este lunes 29 de noviembre y puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Calama”.
“Es materia de investigación, ambos pasaron por el delito de homicidio, pero se está investigando si hubo algún vínculo afectivo entre la víctima y uno de los imputados para ver un posible cambio en la calificación de este delito”, agregó.
Francisca Fernández, del MAT, dijo que las mujeres activistas en Chile estaban acostumbradas a las amenazas y dijo que las trabajadoras, en particular, eran atacadas físicamente. “Hay que considerar que la posición [de Rojas] como luchadora socioambiental la expuso aún más a la violencia”, señaló.