La oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) obtuvo millones de registros financieros de personas que enviaron dinero a México, información que contiene los nombres de quienes enviaron las remesas, así como a quiénes lo recibieron.
Esto ha desatado alertas sobre una posible violación a la Constitución de los Estados Unidos, como lo expone el senador demócrata Ron Wyden (Oregon), presidente del Comité de Finanzas del Senado.
“Esto es importante: he confirmado que Seguridad Nacional [DHS] estaba llevando a cabo un programa de vigilancia masiva de los registros financieros de los estadounidenses“, indicó en un mensaje en Twitter. “Estoy pidiendo una investigación completa sobre cómo ICE obtuvo luz verde para comenzar esta recopilación masiva de datos personales de los estadounidenses”.
El senador Wyden envió una carta al Inspector General del DHS para solicitar la investigación sobre el operativo de agentes de ICE y las posibles violaciones.
En su carta, el demócrata dijo a agentes especiales de Seguridad Nacional (HSI) de ICE informaron a su personal en febrero sobre el programa, justificado en alguna autorización “administrativa” para obtener seis millones de registros sobre transferencias de dinero superiores a $500 dólares.
La investigación incluyó los estados de Arizona, California, Nuevo México, Texas desde 2019 sobre transferencias a México. En ese momento que se inició la investigación de los fondos era el periodo de gobierno del presidente Donald Trump.
Este año, el personal de Wyden pidió al DHS más información, tras lo cual supuestamente se detuvo el rastreo de fondos.
Según un reporte de The Wall Street Journal, el primero en informar al respecto, la investigación de ICE incluyó a las empresas Western Union y Maxitransfers Corporation, a quienes se les exigieron los registros durante un período de seis meses.
El senadro Wyden dice en la carta que esto se realizó sin que hubiera una “supervisión judicial”.
De confirmarse los reportes, el espionaje del envío de remesas ocurrió en un periodo en que los mexicanos enviaron más dinero a su país, en medio de la pandemia de COVID-19, luego de una baja en la primera mitad del 2020.
Además de las oportunidades laborales aprovechadas por los mexicanos en Estados Unidos, los fondos de ayuda otorgados por los gobiernos federal a migrantes legales y algunos estados para indocumentados han contribuido a mejorar el ingreso y, por ende, el envío de recursos a México, destaca un reporte del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, el Foro de Remesas de América Latina y El Caribe y Remesas e Inclusión Financiera.
A finales de agosto, el director de investigación aplicada en Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Jorge Andrés Castañeda, consideró que el incremento de aumento de remesas podría implicar lavado de dinero.
“Las cifras son muy desconcertantes y no cuadran. Si uno ve la masa de remesas reportadas en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gasto de los Hogares (ENIGH) del año pasado, suman menos de $3,000 millones de dólares”, dijo en agosto pasado a la agencia Efe.