SACRAMENTO, California, EE.UU. (AP) — Algunos hospitales de California están cerca de alcanzar un punto de quiebre, lo que ha obligado al gobernador Gavin Newsom a traer a cientos de miembros del personal sanitario de fuera del estado y a empezar el martes con las preparaciones para reactivar los hospitales de emergencia que fueron creados, pero que apenas se utilizaron, durante un repunte el casos de coronavirus de la primavera.
Las autoridades del estado trazaron un horrendo panorama de hospitales abrumados y trabajadores de salud agotados en momentos en que la entidad registra un promedio de 22.000 casos nuevos al día. Nueve meses después de la llegada de la pandemia, reconocieron que alrededor del 12% de la gente que da positivo al virus termina en el hospital dos o tres semanas más tarde. Al ritmo actual, eso significa que hay 2.640 hospitalizaciones de los casos nuevos reportados a diario.
“Sabemos que en las próximas semanas podemos esperar aumentos alarmantes en las hospitalizaciones y muertes”, dijo Barbara Ferrer, directora de salud del condado de Los Ángeles, el más poblado del estado con 10 millones de habitantes.
Para algunos, “la infección respiratoria se vuelve insoportable, tienen dificultad para respirar y eso es bastante aterrador”, comentó Carmela Coyle, directora general y presidenta de la Asociación de Hospitales de California. Lo que empieza con un repunte en las visitas en la sala de emergencia puede conducir a camas de hospital ocupadas y finalmente a unidades de terapia intensiva abrumadas.
Las hospitalizaciones en California ya se encuentran en niveles récord y el estado ha registrado un aumento del 70% en las admisiones en terapia intensiva en apenas dos semanas, dejando unas 1.700 camas disponibles de las 7.800 que hay en el estado.
“El frágil pero importante sistema podría verse abrumado”, dijo el doctor Mark Ghaly, principal funcionario de salud pública del estado. “Y el objetivo de salvar vidas se ve amenazado cuando ese sistema no es tan robusto y fuerte como puede ser”.
Varios hospitales en el condado de Los Ángeles y en los de San Diego, Imperial y Fresno se encuentran entre los que están cerca de quedarse sin camas de terapia intensiva, las cuales son necesarias para los pacientes más enfermos.
En respuesta, California ha pedido cerca de 600 profesionales de la salud para que ayuden en sus unidades de terapia intensiva a través de una agencia de contratación y el gobierno federal. Dio inicio a un programa de dos días para capacitar al personal de enfermería que cuidará a pacientes en terapia intensiva y establecerá vínculos para que los médicos atiendan de mantera remota a pacientes en la unidad de cuidados intensivos. Algunos hospitales están posponiendo cirugías electivas para liberar personal y camas.
“Sin un cambio drástico en nuestra conducta en general… veremos que los hospitales seguirán sintiendo esa presión y se verán abrumados”, alertó Ghaly.
Con ese trágico escenario en mente, Newsom impuso recientemente un toque de queda, una prohibición a los viajes no esenciales y emitió órdenes de permanecer en casa en las regiones donde las camas disponibles en las unidades de terapia intensiva están por debajo del 15%.
Los periodistas de The Associated Press Brian Melley en Los Ángeles, Amy Taxin en el condado de Orange y Daisy Nguyen en Oakland contribuyeron a este despacho.