La excandidata presidencial demócrata, Hillary Clinton, bromeó con el expresidente, Donald Trump, en una publicación en su cuenta de Twitter en medio de informes de que periódicamente tiraba documentos por el inodoro de la Casa Blanca.
“Justo a tiempo para el Día de Galentine y la noticia de que Trump estaba tirando documentos por los inodoros de la Casa Blanca…”, escribió Clinton.
La publicación de la exsecretaria de estado se produce luego de que se diera a conocer esta semana que Trump a menudo rompía documentos, borradores y memorandos tras ser leídos.
Maggie Haberman, periodista de The New York Times y autora del libro que está por salir “Confidence Man” que trata sobre el expresidente republicano, se reveló por primera vez del hábito de tirar la cadena del inodoro de Trump.
Por su parte, el magnate estadounidense negó las acusaciones de tirar documentos al inodoro y las tildó de categóricamente falsas.
La gorra que promocionó Clinton en el tweet hace referencia al uso de una cuenta de correo electrónico personal en un servidor privado durante sus funciones como secretaria de estado en la administración de Barack Obama.
El FBI investigó el tema en cuestión y el entonces director del FBI, James Comey, dijo en 2016 que Clinton fue “extremadamente descuidada”, pero finalmente determinó que no debería ser acusada.
La controversia del correo electrónico también generó una investigación interna del Departamento de Estado que encontró que Clinton no manejó mal deliberadamente información clasificada.
Los Archivos Nacionales le pidieron al Departamento de Justicia que investiga el manejo de los registros de la Casa Blanca por parte de Trump y busca una fiscalización para determinar su Trump violó la Ley de Registros Presidenciales, que exige que todos los registro creados por los presidentes se entreguen a los Archivos Nacionales al final de sus administraciones, y otras posibles infracciones, incluido el manejo de información clasificada.
La solicitud se produjo tras revelaciones recientes de que los Archivos Nacionales tuvieron que recuperar el mes pasado 15 cajas de registros que terminaron con el expresidente en Mar-a-Lago y que otros documentos entregados a los Archivos fueron casi destruidos y tuvieron que rearmarse.
Trump se refirió con frecuencia a la investigación del correo electrónico de Clinton en la campaña electoral de 2016, refiriéndose a ella como “el mayor escándalo político desde Watergate”.