La respuesta es un enfático no. Sin embargo, en el vasto mundo de internet y sus teorías conspirativas, una imagen de una montaña con forma piramidal en la Antártida fue suficiente para desencadenar la imaginación de los internautas.
Esta foto ha circulado durante años desde que Google Earth puso a disposición imágenes satelitales de la Antártida para el público en general. La montaña en cuestión, ubicada en las coordenadas 79°58’39.25″S 81°57’32.21″W, se encuentra en la parte sur de la cordillera Ellsworth de la Antártida y tiene una forma inusualmente geométrica, similar a las Grandes Pirámides de Giza en Egipto. Esto ha llevado a muchas personas a preguntarse qué podría haber causado esta extraña formación en un continente en gran parte cubierto de hielo y prácticamente inhabitado.
Frenesí en internet entre teóricos de la conspiración
Como era de esperar, han surgido especulaciones que sugieren la intervención de extraterrestres o civilizaciones antiguas en la construcción de estas estructuras. Otros han propuesto la idea de que podrían ser los restos de una antigua civilización o incluso estar relacionados con los Illuminati. Algunos han llegado a sugerir que la Antártida podría haber tenido selvas tropicales en la prehistoria, lo que haría posible tales construcciones.
Por ejemplo, en Twitter, un usuario comentó de manera sarcástica: “Espera, ¿cómo trasladaron las pirámides de Egipto a la Antártida?”.
A pesar de que muchos desean encontrar algo aún más asombroso en la Tierra –como si todas las maravillas naturales que sí existen no fuesen suficientes–, la verdad detrás de estas formaciones es bastante diferente de las especulaciones.
La ciencia detrás del pico de roca
El Dr. Eric Rignot, profesor de Ciencias del Sistema Terrestre en la Universidad de California, Irvine, desmintió estos rumores en una entrevista con Live Science en 2016. Explicó que la forma piramidal es el resultado de la convergencia de glaciares y que se pueden encontrar estructuras similares en varios lugares del mundo, lo que desestima cualquier idea extraordinaria.
Por su parte, el Dr. Mitch Darcy, geólogo del Centro Alemán de Investigación en Geociencias de Potsdam, también señaló que no se trata de una construcción humana, sino de un “nunatak”, un pico de roca que sobresale por encima de un glaciar o una capa de hielo. La forma piramidal no es más que una coincidencia natural, aseguró a IFL Science.
En concreto, la formación piramidal de ciertas montañas, como la mencionada, probablemente se debe a la erosión causada por ciclos de congelación y descongelación. Durante el día, la nieve o el agua llenan grietas en la montaña, y cuando las temperaturas caen por la noche, el agua se congela y expande, ensanchando las grietas. Este proceso se repite muchas veces, creando grietas más grandes que, con el tiempo, pueden llevar a la fractura de secciones enteras de roca. Se cree que estas mismas fuerzas naturales también han dado forma a otras montañas piramidales, como el Matterhorn en los Alpes.
En resumen, hay suficientes pruebas para desacreditar una vez más a los teóricos de la conspiración, aunque es sorprendente cuánta imaginación pueden desencadenar unas simples imágenes satelitales.
Editado por Felipe Espinosa Wang.
DW