Al menos nueve fallecidos y decenas de lesionados dejó el sábado una estampida de aficionados durante el partido de vuelta de cuartos de final entre Alianza y FAS de la primera división del fútbol salvadoreño.
“Estamos agilizando la entrada y salida de ambulancias al Estadio Cuscatlán (en la capital salvadoreña). Pedimos a la población apartarse y permitir el paso de las ambulancias”, exhortó la Policía Nacional Civil (PNC) en un tuit.
Los fallecidos ascienden a nueve y hay varios lesionados que “están siendo trasladados hacia los hospitales cercanos, al menos dos de ellos en condición crítica”, agregó.
“Conjuntamente con la Fiscalía General de la República (FGR) vamos a investigar hasta los últimos detalles… Vamos a investigar desde la venta de boletería, los ingresos al estadio, pero especialmente de la zona sur; dónde y por qué sólo se abrió un portón, vamos a investigar esas responsabilidades penales”, prometió ante los periodistas el director general de la PNC, comisionado Mauricio Arriza Chicas, que llegó a coordinar las acciones de ayuda.
Por su parte el presidente salvadoreño Nayib Bukele advirtió en su cuenta oficial de Twitter que se realizará una investigación exhaustiva y que lo ocurrido en el estadio Cuscatlán no quedará en la impunidad.