Estados Unidos consiguió que México extendiera visas a sus agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), a pesar de que el discurso oficial había advertido que no les daría más permisos para operar en el país.
En el 2020, México suspendió la inmunidad penal de los agentes extranjeros e impuso límites estrictos a sus contactos con homólogos mexicanos, bloqueando el trabajo de la agencia para investigar a los cárteles de tráfico que operan en suelo mexicano. La modificación, que se hizo en la Constitución, requiere autorización previa para la entrada de los agentes y les impide hacer detenciones de este lado de la frontera.
La Unión Americana se enfrenta a una de las crisis más graves en materia de drogadicción, pues han tenido los niveles más elevados de muertes por el consumo de fentanilo, una droga que se trafica con suma facilidad y se produce a partir de precursores químicos provenientes, sobre todo, de China.
Hace unas semanas, ambos gobiernos llegaron al Entendimiento Bicentenario, que sustituye a la iniciativa Mérida, por la que Estados Unidos proveía recursos para el combate al crimen organizado.
Ahora, la SRE (Secretaría de Relaciones Exteriores) confirmó que se otorgarán visas a agentes y directivos de la DEA, que ejecutarán tareas de colaboración. Se trata de la sustitución de personal que ya se encontraba en México, pero había sido removido este mismo año.
El acuerdo incluye que 10 o 20 agentes mexicanos viajen a Estados Unidos para realizar labores de investigación en colaboración con las autoridades de aquel país, en materia de tráfico de armas.
El acuerdo alivia las tensiones que se generaron entre las agencias de investigación de ambos países luego de la detención del exsecretario de Defensa en el sexenio de Enrique Peña Nieto, Salvador Cienfuegos, por su posible asociación con los cárteles de narcotráfico. Esa información fue desmentida por el gobierno de López Obrador, que negoció su liberación a cambio de ser investigado primero en México, cosa que no sucedió.
Sin embargo, no cambia la información que el general Glen VanHerck, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, dio a conocer al Senado de su país, revelando que entre el 30 y el 35 por ciento del territorio mexicano está bajo el control de los cárteles del crimen organizado.