Estados Unidos exigirá a todos los viajeros internacionales, así como a los ciudadanos y residentes del país que vuelvan de un viaje al extranjero, una prueba negativa de COVID-19 antes de abordar el avión, según informa el diario The Wall Street Journal.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) anunciarán este miércoles la medida, según el citado diario, y entrará en vigor el 26 de enero.
La pauta llega después de semanas de discusiones entre agencias federales y el grupo de trabajo de la Casa Blanca contra el coronavirus.
Estados Unidos requiere desde el 27 de diciembre a todos sus residentes que viajen desde el Reino Unido que presenten una prueba negativa, en respuesta a la nueva cepa del virus detectada por primera vez en dicho país. Con algunas excepciones, los extranjeros provenientes del Reino Unidos no pueden entrar al país, incluso con una prueba negativa, de acuerdo con los CDC.
En este caso, quienes viajan desde el Reino Unido deben hacerse la prueba tres antes de tomar el avión a Estados Unidos, y los resultados de la prueba deben presentarse ante la aerolínea. Quienes resultan positivos a la enfermedad aislarse y retrasar su vuelo, según los CDC.
La nueva cepa del coronavirus ya ha sido detectada en varios estados del país, como Colorado y Florida.
Países como Canadá ya exigen que los pasajeros internacionales muestren una prueba negativa antes de abordar un avión rumbo al país. En Nueva Zelanda, a partir del 18 de enero todos los pasajeros internacionales deberán hacerse una prueba en cuanto lleguen al aeropuerto.
“Dadas las altas tasas de infección en muchos países y la evidencia de la propagación global de variantes más transmisibles, está claro que la mayoría de las rutas aéreas globales serán una preocupación crítica en el futuro previsible, y debemos responder enérgicamente a la evolución de la situación”, dijo el Ministro de Respuesta al COVID-19 de Nueva Zelanda, Chris Hipkins, en un comunicado.
Aerolíneas estadounidenses habían llamado al gobierno federal a implementar requisitos de pruebas del COVID-19 para los pasajeros provenientes del extranjero, en lugar de prohibir los viajes.
Actualmente, Estados Unidos prohíbe la entrada en avión de personas provenientes de China, Irán, Reino Unido, Irlanda, Brasil y a los países del espacio Schengen de Europa, según los CDC.
“Creemos que un programa bien planificado centrado en aumentar las pruebas de los viajeros a los Estados Unidos promoverá estos objetivos de una manera mucho más eficaz que las restricciones generales de viaje actualmente en vigor”, escribió Nick Calio, director ejecutivo de Airlines for America, en una carta del 4 de enero al vicepresidente Mike Pence.
Con información de The Wall Street Journal, Travel Weekly.