El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha detectado una pieza de fabricación china en los más de 800 cazas F-35 que ha recibido el país norteamericano en los últimos años, pese a que las leyes norteamericanas y la propia regulación del Pentágono lo prohíbe.
Washington ya anunció el miércoles la paralización de este programa a la espera de nuevas aclaraciones y, finalmente, ha confirmado que la pieza en cuestión –un imán en un aparato eléctrico de Honeywell International– se lleva utilizando desde el año 2003.
El programa, que contempla la entrega de hasta 3.300 aviones, está obligado ahora a solicitar un permiso específico frente a sanciones al Departamento de Defensa, según un portavoz, Russell Goemaere, citado por la agencia de noticias Bloomberg. “Espero que pueda resolverse pronto”, ha dicho.
Por ahora, los responsables de este plan no se plantean sustituir los imanes en los aviones que ya se han entregado y Lockheed Martin, la empresa que fabrica los F-35, ya ha confirmado que tiene un proveedor estadounidense para solventar las entregas pendientes.