La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas en inglés) y un grupo de fiscales de 48 de los 50 Estados del país han presentado este miércoles una demanda contra Facebook para reducir el tamaño de la empresa y su posición de mercado. Según la demanda, la tecnológica que dirige Mark Zuckerberg lleva años manteniendo su “monopolio” en el sector de las redes sociales mediante conductas empresariales que atentan contra el libre ejercicio de la competencia. La reacción de la tecnológica no se hizo esperar, y en un comunicado ha lamentado los “efectos adversos“ que dichas restricciones tendrán sobre la comunidad empresarial y los usuarios de sus servicios. El penúltimo capítulo de la ofensiva antimonopolio contra el gigante de Palo Alto ha generado inquietud en el parqué, con una bajada de cerca del 2% del índice tecnológico Nasdaq. El resto de índices han registrado ligeros descensos, por el continuado bloqueo en torno al nuevo paquete de estímulos.
La demanda, presentada ante un tribunal federal de Washington, fue anunciada por la fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, que encabeza la acción. Los Estados acusan a Facebook de adquirir de forma ilegal a competidores como Instagram o WhatsApp, privando así de esta manera a los consumidores de los beneficios y ventajas de un mercado competitivo y con mayores garantías de protección de la privacidad; cabe recordar que la compañía recibió una multa de 5.000 millones de dólares en 2019 por la fuga de datos del ‘caso Cambridge Analytica’. Facebook compró Instagram en 2012 por mil millones de dólares y el sistema de mensajería WhatsApp dos años después, por 1.900 millones. Desde que fueron adquiridas por Facebook, las dos redes sociales han visto dispararse su popularidad, contribuyendo a apuntalar el monopolio de una compañía que empezó en un dormitorio estudiantil de un campus y cuyo valor ahora se estima en más de 800.000 millones.
Los reguladores federales y estatal han investigado a la compañía de Zuckerberg durante 18 meses. “Esta conducta daña a la competencia, deja a los consumidores con poco margen de opción para sus redes sociales personales y priva a los anunciantes de los beneficios de la competencia”, ha indicado la FTC en un comunicado. Los demandantes solicitan al tribunal que obligue a Facebook a desinvertir en activos o aplicar reestructuraciones de su negocio, sobre todo en relación con la red social fotográfica y el popular servicio de mensajería.
“Las redes sociales son centrales para las vidas de millones de estadounidenses. La práctica de Facebook de atrincherarse y mantener su monopolio niega a los consumidores el beneficio de la competencia”, aseguran los demandantes, en una conducta que consideran claramente “anticompetitiva”.
La demanda ilustra la creciente ofensiva doméstica e internacional contra el gigante tecnológico. Los legisladores y reguladores tienen desde hace tiempo en el punto de mira a Facebook, Google, Amazon y Apple por su posición de predominio en el comercio, la electrónica, las redes sociales, los motores de búsqueda y la publicidad en Internet, algo que para muchos supone una inyección económica en tiempos de crisis por la pandemia pero que, en la consideración de otros, como el presidente Donald Trump y su rival, el presidente electo Joe Biden, representa un riesgo por el poder y la influencia que acumulan. Tanto el partido demócrata como el republicano se han mostrado partidarios de regular la actividad de las grandes tecnológicas, lo que se ha sustanciado en los últimos meses en una demanda del Departamento de Justicia contra Google por abusar de su posición frente a la competencia. Se espera otra en el mismo sentido, a instancias de legisladores republicanos y demócratas, para finales de año. En Europa los reguladores también defienden leyes más estrictas para acotar el dominio de la industria tecnológica, y han impuesto multas por valor de miles de millones de dólares por violar las leyes de la competencia.
Se prevé que las batallas contra Facebook desencadenen una ardua y prolongada batalla legal, ante la que la tecnológica se presenta blindada por su inconmensurable valor de mercado y una más que probable defensa de lujo. La compañía ha rechazado repetidamente que viole ninguna norma antimonopolio. Muy pocos casos importantes de defensa de la competencia han apuntado a fusiones aprobadas y cerradas años antes; de hecho la Comisión Federal de Comercio dio por buenos los acuerdos de adquisición de Instagram y WhatsApp por parte de Facebook durante el mandato de Barack Obama.
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