El Gobierno de Estados Unidos anunció este martes (12.10.2021) que no habrá más redadas en lugares de trabajo en busca de inmigrantes indocumentados y se centrará más en los empleadores y en el respeto de las leyes laborales para evitar la “explotación” de los migrantes.
“No toleraremos que los empleadores sin escrúpulos que explotan a los trabajadores no autorizados, conduzcan actividades ilegales o impongan condiciones de trabajo insalubres o peligrosas”, indicó en un comunicado el titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas.
Un memorando de Mayorkas estableció el fin de las redadas masivas en los sitios de trabajo indicando que “bajo la anterior administración esas costosas operaciones resultaron en el arresto simultáneo de cientos de trabajadores y se usaron como una herramienta de los empleadores explotadores para reprimir y tomar represalias contra las exigencias de cumplir nuestras leyes laborales por parte de los trabajadores”, indicó en el comunicado.
“Los empleados que incurran en acciones ilegales serán el foco de nuestros recursos para la aplicación de las leyes”, dijo Mayorkas. “Al adoptar medidas que se enfocan en los empleadores más inescrupulosos, protegeremos a los trabajadores y al mismo tiempo a las empresas estadounidenses legítimas”. A comienzos de 2020, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) llegó a tener un promedio diario de 40.000 personas detenidas, y actualmente tiene poco más de 21.800 bajo su custodia en diferentes centros de detención en todo el país.
Las detenciones, que durante el Gobierno de Trump incluyeron redadas en sitios de trabajo, bajaron de 6.000 en diciembre pasado a 3.600 en agosto, según los datos del ICE. En julio pasado, el Caucus Hispano en el Congreso afirmó en un comunicado que “el vilipendio de las comunidades inmigrantes ha incrementado la vigilancia y los arrestos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, a menudo en colaboración con las policías locales”.
“Las redadas y arrestos colectivos dirigidos predominantemente a las comunidades inmigrantes, y que a menudo ocurren en escuelas o sitios de trabajo, erosionan la confianza entre las comunidades y la policía”, añadía la declaración.
lgc (efe/dhs)