WASHINGTON (AP) — El gobierno del presidente Joe Biden advirtió el domingo a los rebeldes hutíes de Yemen que se abstengan de proseguir sus ataques contra civiles apenas 48 horas después de que anunciara que retiraría a ese grupo de una lista de organizaciones terroristas.
El Departamento de Estado solicitó al grupo rebelde apoyado por Irán que suspenda de inmediato los ataques contra civiles y la realización de nuevas operaciones militares en Yemen.
La exigencia fue emitida apenas dos días después de que el gobierno avisara al Congreso que retiraría a los hutíes de su lista de “organizaciones terroristas extranjeras”, una designación que conlleva duras sanciones estadounidenses. También tiene lugar apenas tres días después de que Biden ordenara poner fin al apoyo estadounidense a las operaciones militares ofensivas encabezadas por Arabia Saudí contra los rebeldes.
“En virtud de que el presidente está adoptando medidas para poner fin a la guerra en Yemen, y Arabia Saudita ha aprobado un acuerdo negociado, Estados Unidos está profundamente preocupado por los continuos ataques de los hutíes”, dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
“Exhortamos a los hutíes a que cesen de inmediato los ataques que repercuten en las zonas civiles dentro de Arabia Saudí y paren cualquier nueva ofensiva militar dentro de Yemen, porque solamente acarrean más sufrimiento al pueblo yemení”.
El anuncio del viernes sobre el retiro de los hutíes de la lista fue elogiada por organizaciones de asistencia que habían arremetido contra el gobierno de Donald Trump por colocar a los rebeldes en ese catálogo en los últimos días de su periodo.
Los detractores dijeron que la designación podría exacerbar lo que la ONU describe como la peor crisis humanitaria en el mundo debido a la obstrucción de los envíos de ayuda a una población que está al borde de la hambruna.
Horas antes el domingo, el enviado especial de la ONU para Yemen llegó en su primera visita a Irán para sostener conversaciones sobre una guerra aplastante. Martin Griffiths tenía previsto reunirse con el ministro iraní del exterior Javad Zarif y otros funcionarios durante su visita de dos días, dijo su oficina.
Las sesiones son parte de un esfuerzo amplio para negociar una solución política a los casi seis años de conflicto entre los hutíes y las fuerzas del gobierno yemení apoyadas por una coalición militar encabezada por Arabia Saudí.
“Exhortamos a los hutíes a que se abstengan de realizar acciones desestabilizadoras y a que muestren su compromiso de que participarán constructivamente en los esfuerzos del enviado especial de la ONU, Griffiths, para lograr la paz”, dijo Price en un comunicado.
La guerra de Yemen comenzó en septiembre de 2014, cuando los hutíes capturaron la capital, Sanaa, y después avanzaron hacia el sur en un intento por tomar el control de todo el país. En marzo de 2015, Arabia Saudí, junto con Emiratos Árabes Unidos y otros países, entraron a la guerra del lado del gobierno internacionalmente reconocido de Yemen.
En la guerra han muerto unas 130.000 personas, de ellas más de 13.000 civiles en atentados, según el Proyecto para Ubicación y Sucesos de Conflictos Armados.