¿Eres de los que acostumbran saborear sushi, tiraditos de pescado o torres de atún o salmón crudos? Si es el caso, seguro te va a interesar saber si es bueno o no consumir pescado crudo y cuál es la recomendación de los expertos.
Ingeniera en alimentos da su opinión sobre el consumo de pescado crudo
De acuerdo con la Ingeniera en alimentos y creadora de contenido en redes sociales, Mariana Zapién, el pescado crudo o poco cocido puede tener varios riesgos, pues en primer lugar puede contener microorganismos patógenos como virus o bacterias hasta parásitos que pueden provocar enfermedades transmitidas por alimentos.
“Uno de los ejemplos más conocidos es una parasitosis, causada por un parásito que se llama Anisakis spp., que de acuerdo al libro de Avances en parasitología, se encuentra en aguas del norte del Pacifico, del norte del Atlántico y en Groenlandia y puede utilizar a distintos peces como huéspedes intermediarios y por eso puede llegar al organismo humano”, indicó.
La experta señala que este parásito puede provocar dolor intenso en el abdomen, diarreas, vómitos y episodios más severos que comprometen mucho a nuestra salud, esto a consecuencia de que el parásito puede unirse a la mucosa intestinal y penetrar el tracto digestivo.
Este es uno de los escenarios que podría suceder en caso de consumir pescado crudo, pues la ingeniera en alimentos señala que no es algo que vaya a ocurrir cada vez que comas sushi o ceviche.
Sin embargo, algunas de las recomendaciones para tratar de evitarlo es comprar el pescado en lugares donde exista una cadena de frío ininterrumpida, “que es el conjunto de etapas donde se controla la temperatura del alimento para garantizar la calidad y seguridad hasta que llegue al consumidor final”.
Esto debido a que las bajas temperaturas afectan la velocidad de crecimiento, desarrollo y metabolismo de los microorganismos llegando a matar larvas parasíticas, señaló la también divulgadora.
Por otra parte, los Centros para el control y la prevención de enfermedades de EE.UU., aseguran que “los pescados y mariscos crudos, que incluyen los pescados de aleta y todos los mariscos (especialmente las ostras) pueden contener microbios dañinos, como norovirus y Vibrio.
Lo ideal para evitar las intoxicaciones alimentarias es lo siguiente:
No comer pescados ni mariscos crudos o poco cocidos, ni comidas que contengan pescados o mariscos crudos o poco cocidos, como el sashimi, algunos tipos de sushi y el ceviche.
Mantén los productos de pescado y mariscos crudos separados de los alimentos listos para comer, tanto en el carrito del supermercado como en el refrigerador, así como en las tablas de cortar.
Después de preparar cualquier plato que incluya pescado o mariscos, lava los utensilios, tablas de cortar y superficies con agua jabonosa caliente.
Para conservar la seguridad alimentaria, refrigera cualquier sobra a una temperatura de 40°F o menos dentro de las 2 horas posteriores a su preparación (o dentro de 1 hora si se expone a temperaturas superiores a 90°F, como durante un pícnic o en un automóvil caliente).
Prepara el pescado de aleta hasta que llegue a una temperatura interna de 145°F o hasta que la carne esté opaca y se desmenuce fácilmente con un tenedor.
Para los camarones, la langosta, el cangrejo y las vieiras (scallops), cocínalos hasta que la carne esté opaca y tenga un aspecto perlado o blanco.
Pon a hervir las almejas, los mejillones y las ostras hasta que se abran y continúa hirviéndolos durante otros 3-5 minutos extra.
Cuando recalientes las sobras de pescados, asegúrate de que alcancen una temperatura interna de 165° F.
DAP