Por Patricia Zengerle y David Shepardson
WASHINGTON, 28 may (Reuters) – El Senado de Estados Unidos avanzó el jueves un amplio paquete legislativo destinado a impulsar la capacidad del país para competir con la tecnología china, en un momento en que el Congreso adopta una línea cada vez dura contra Pekín.
Los senadores estadounidenses votaron en una proporción de 68 votos a favor y 30 en contra para poner fin al debate sobre la Ley de Innovación y Competencia de Estados Unidos de 2021, de 250.000 millones de dólares, o USICA según sus siglas en inglés, y acercarse a una votación final sobre el proyecto legislativo.
El mantenimiento de una línea dura en las relaciones con China es uno de los pocos puntos en común en un profundamente dividido Congreso de Estados Unidos, que está controlado por los compañeros demócratas del presidente Joe Biden.
El líder de la mayoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, coautor de la ley USICA, dijo que Estados Unidos gasta menos del 1% del producto interior bruto en investigación científica básica, menos de la mitad de lo que dedica China.
“Nos hemos colocado en una posición muy precaria para quedar potencialmente por detrás del resto del mundo en las tecnologías e industrias que definirán el próximo siglo”, dijo en declaraciones en el Senado instando a apoyar el proyecto de ley.
La embajada china en Washington no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre la ley.
El momento exacto de la votación final en el Senado no estaba claro, ya que los legisladores seguían debatiendo los próximos pasos a puerta cerrada el jueves por la noche.
Una vez que se apruebe en el Senado, el proyecto de ley también debe ser aprobado por la Cámara de Representantes para ser enviado a la Casa Blanca para que Biden lo sancione como ley.
La medida autoriza unos 190.000 millones de dólares para disposiciones destinadas a reforzar la tecnología estadounidense en general, más 54.000 millones específicamente para aumentar la producción de semiconductores, microchips y equipos de telecomunicaciones.
La legislación también busca contrarrestar la creciente influencia global de Pekín a través de la diplomacia, trabajando con aliados y aumentando la participación de Estados Unidos en organizaciones internacionales después de que el expresidente republicano Donald Trump retirara la presencia de Washington como parte de su política de “Estados Unidos primero”.
Mientras sometía el proyecto a consideración, el Senado aprobó por 91 votos a favor y 4 en contra una enmienda respaldada por el senador republicano Mike Crapo y el senador demócrata Ron Wyden para tomar represalias contra lo que consideran prácticas comerciales anticompetitivas de China, así como para prohibir los productos que se determine que han sido producidos con trabajos forzados.
(Reporte de Patricia Zengerle y David Shepardson; Edición de Alistair Bell y Sam Holmes; Traducido por Darío Fernández)