El último movimiento del famoso reloj tuvo lugar en las mismas fechas en 2020. Se adelantaron 20 segundos y quedaban 100 para la medianoche, lo que significa que el Día del Juicio Final nunca había estado tan cerca. En cuestión de horas sabremos si nos acercaremos aún más o si retrocederá.
El Reloj del Juicio Final ha existido desde 1947, al comienzo de la Guerra Fría. Los científicos que ayudaron a desarrollar las primeras armas nucleares del mundo decidieron que sería una forma efectiva de comunicar al público la amenaza que estas armas representaban para la humanidad. Y desde entonces, el reloj se ha ido acercando y alejando de la medianoche .
Lo más lejos que se alejó de la medianoche el reloj fue 17 minutos, justo al final de la guerra fría. Luego ha estado retrocediendo hacia la extinción desde entonces. Eso se debe en parte a la creciente volatilidad de la geopolítica, la proliferación de armas nucleares y la nueva amenaza existencial del cambio climático, que se convirtió formalmente en un factor en el cálculo en 2007. Como dice el propio Boletín:
El Reloj se ha convertido en un indicador universalmente reconocido de la vulnerabilidad del mundo a las catástrofes provocadas por las armas nucleares, el cambio climático y las tecnologías disruptivas en otros dominios.
Por tanto, y llegados a 2022, su advertencia se extiende más allá de las armas de destrucción masiva para incluir otras tecnologías que concentran peligros potencialmente existenciales, incluido como ellos mismo anuncian, el cambio climático y sus causas fundamentales en el consumo excesivo y la riqueza extrema.
Sea como fuere, hoy jueves el Reloj del Apocalipsis se dará a conocer por 75ª vez, y descubriremos de qué manera el panel de científicos y expertos en seguridad del Boletín moverá el minutero. Durante los últimos dos años se ha estancado en esos 100 segundos para la medianoche.
Con todo lo que acontece en prácticamente cualquier enclave del planeta, es difícil imaginar que el reloj retroceda, y eso significa que los expertos muy probablemente evaluarán que estamos en mayor peligro ahora que nunca. [The Conversation]