Sao Paulo, 7 feb (EFE).- El presidente de la Corte Suprema de Brasil, el juez Luiz Fux, afirmó que un eventual juicio político con fines de destitución contra el mandatario Jair Bolsonaro sería “un desastre” para el país.
En un escenario pospandemia, en que el país “necesita levantarse económicamente, atraer inversores y consolidar nuestra democracia, creo que (un proceso de destitución) sería un desastre” para Brasil, dijo el magistrado en una entrevista divulgada este domingo en el diario ‘Estadao’.
Desde que asumió el poder, en 2019, Bolsonaro ha sido objeto de cerca de 70 pedidos de “impeachment”, la mayoría de ellos presentados por su errática gestión de la pandemia del coronavirus, que ya deja en Brasil casi 9,5 millones de infectados y 231.000 muertos, y su cuestionada política medioambiental.
Sin entrar en el mérito del asunto, Fux señaló que “Brasil tiene que escuchar al pueblo y el pueblo es escuchado a través de sus representantes, que están en el Parlamento”, pero insistió en que un juicio político contra el gobernante sería “desastroso”.
Además, subrayó que, históricamente, el “impeachment” es una “situación política que también depende mucho de la movilización social”, lo que aún no se ha producido de forma masiva.
En las últimas semanas sí ha habido algunas manifestaciones en las que se pidió al Congreso la apertura de un juicio político contra jefe de Estado, pero tuvieron una asistencia discreta.
Según los últimos sondeos de opinión, el líder ultraderechista goza aún de una popularidad del 30 %, pese a la caída registrada el mes pasado que coincidió con el nuevo repunte de la pandemia y el fin de los subsidios del Gobierno para mitigar los efectos de la covid-19.
No obstante, la posibilidad de iniciar un proceso de destitución contra Bolsonaro ya forma parte del debate social y político.
El propio presidente reconoció en una transmisión por sus redes sociales que existen presiones para llevarlo a juicio, aunque rápidamente quitó hierro al asunto y mandó un recado a sus adversarios.
“Si eso pasa, iremos contra ellos”, advirtió.
Según establece la Constitución, el jefe de la Cámara de Diputados tiene la potestad exclusiva para poner en marcha un proceso de destitución contra un gobernante, escenario que parece estar más lejos después de la renovación de las mesas directivas del Parlamento, ahora lideradas por dos aliados de Bolsonaro.