Gordon Murray, ya independizado, lanzó el año pasado al que muchos llaman, el verdadero sucesor del McLaren F1, el T.50. Este modelo es un deportivo de raza pura, realmente analógico y creado bajo los mismo valores y principios que Murray le dio al F1 cuando trabajaba para la estructura de Woking.
Claro que este es un modelo nuevo y creado con herramientas más vigentes, así como también otros elementos que no son directamente herencia del F1 pero si de todo lo creado por Murray, como el ventilador trasero para succionar el aire, como el que llevaba el Brabham de F1, que también fue de su autoría.
Este año, en honor a Niki Lauda y aprovechando su cumpleaños, lanzó una versión más radical del T.50, el T.50s Niki Lauda, un auto que ya nos habia adelantado el año pasado. Según indica la marca, este auto se creó paralelamente al T.50, por lo que estos añadidos aerodinámicos y técnicos estaban concebidos desde un inicio.
Cuéntenos profe…
El mismo Gordon Murray comenta: “Cuando creamos el McLaren F1 GTR, estaba basado en el F1 de calle. Desde su origen, el T.50s Niki Lauda se diseñó en paralelo al T.50. Para el T.50 teníamos claro cual era el objetivo, que era transformarlo en el mejor auto para conducir en la calle. Con el T.50s Niki Lauda estaba igualmente claro, que era hacer el mejor auto para conducir en la pista. Poniéndolo de otra manera, nos preguntamos, ¿qué sería lo más cool para conducir en pista y que ofrezca una experiencia de manejo en circuitos como ningún otro auto en la historia?”
Agrega: “No teníamos interés en alcanzar el mejor tiempo de vuelta o crear una nave espacial con neumáticos especializados o demasiada carga aerodinámica, a expensas de la participación del conductor. Entonces, planteé algunos parámetros para crear la mejor experiencia de conducción en pista: una posición central de manejo, un motor V12 tras tus oídos que pudiera revvear hasta las 12 mil vueltas, que desarrollara más de 700 Hp y con una respuesta más rápida que la del T.50, carga aerodinámica limitada a 1.500 kilos y un peso general que estuviera bajo los 900 kilos. Además, el auto debe ser simple en el sentido de que puedas llevarlo tú mismo a cualquier pista, hacer algunas revisiones básicas y divertirte, sin la necesidad de un equipo o ingenieros de apoyo.”
El T.50s en detalle
Este auto no comparte ningún panel con el T.50. Claro, está basado en su diseño y sus proporciones, pero al contrario del T.50, este auto se concibió con la aerodinámica en mente.
Todo está fabricado en fibra de carbono y los elementos de vidrio, son más delgados.
Aunque se mantienen rasgos como el ventilador tipo “Brabham” en la parte trasera, vemos un difusor más grande, una nueva aleta tipo delta, spoilers, aletines, tomas de aire y faldones mucho más prominentes, pero que no pierden elegancia en el conjunto general (no es un McLaren Senna). En el frente también se dejan ver algunos ductos NACA.
El ventilador trasero, es más simple en su funcionamiento y permanece más tiempo trabajando en el modo de carga aerodinámica.
Su motor V12 es distinto al que lleva el T.50 normal, sin un sistema de alzado de válvulas y con más piezas de titanio, lo que ayuda a una dieta de 16 kilos. Pero también cuenta con culatas y arboles de leva rediseñados, 12 cuerpos de aceleración independientes, así como una tasa de compresión más alta de 15:1.
Este motor desarrolla 711 hp a las 11,500 rpm y puede cantar hasta las 12,100 rpm. Con la toma de aire superior, la potencia incluso puede elevarse a 725 hp sin problemas. Su torque es de 358 libras-pie.
Este auto no tiene convertidor catalítico y además tiene silenciadores más pequeños. La linea de escape está fabricada en Inconel de bajo espesor, lo que al final significa que este auto suena más fuerte y tiene menos restricción. Las salidas se reubicaron por debajo del ventilador.
La caja de cambios fabricada por Xtrac es de seis velocidades y pensada exclusivamente para este modelo. Pesa 5 kilos menos que la del T.50 y además puedes pedir una relación de caja más corta.
Tiene una velocidad punta de 337 km/h. Con la caja corta, llega a los 273 km/h.
Los frenos Brembo de compuesto carbono/cerámico se conservan del T.50, pero con mejor refrigeración.
Los brazos de suspensión también se conservan, pero la suspensión, barras estabilizadoras y espirales son más duros y bajos, lo que baja el despeje a 87 mm en el frente y 116 mm atrás.
Los rines son de magnesio, de 18″ y pesan menos de 6 kilos cada una. Son monoapernadura, como una llanta de competición.
El interior es muy simple, pero muy cómodo en cuanto a visibilidad, espacio, postura y ergonomía. Butacas con arneses de cuatro puntas, un volante sencillo y una pantalla multifunción completan el conjunto.
Autocosmos