El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha dado un nuevo paso drástico para impedir la llegada de más inmigrantes haitianos a la ciudad Del Río: juntar decenas de autos estacionados para crear una barrera física en el cruce fronterizo.
La medida se produce cuando el destino de miles de haitianos reunidos en la frontera se convierte en un importante problema nacional y después de que las imágenes de inmigrantes azotados por agentes fronterizos a caballo generaran una furiosa condena, incluso de parte de la vicepresidenta Kamala Harris.
Las imágenes del área muestran masivos vehículos gubernamentales estacionados uno al lado del otro, creando efectivamente un muro fronterizo a lo largo de kilómetros de territorio por donde la gente ha cruzado desde México.
En un comunicado celebrando la estrategia, Abbott dijo que “un día había innumerables personas que cruzaban la frontera, luego el DPS colocó todos estos vehículos y, de repente, la gente dejó de cruzar la frontera en este lugar. Esa estrategia está funcionando”.
Miles de haitianos han llegado a la frontera de Estados Unidos en las últimas semanas, expulsados de su país de origen por la pobreza, una gran crisis política y devastadores desastres naturales. Muchos han quedado varados en la frontera porque las agencias restringen sus movimientos e intentan hacerlos retroceder.
Y aunque la Casa Blanca ha pedido un mejor trato, la administración no está cambiando su política de deportar a las personas de regreso a Haití, donde las autoridades dicen que esperan que unas 14.000 personas regresen de Estados Unidos sin un hogar adonde llegar.
Mientras tanto, las condiciones en el campamento de Del Río en la frontera entre Estados Unidos y México siguen siendo sombrías y, según los informes, se corre la voz entre los acampados ahí de que se están llevando a cabo vuelos de deportación, lo que lleva a muchos a regresar al lado mexicano del Río Grande por temor a ser devueltos a Haití sin ninguna defensa.
Abbott, quien se cree que está sopesando una campaña presidencial en 2024 si Donald Trump no se postula, ha hecho de disuadir y obstruir a los inmigrantes un tema distintivo de su gobierno. Este verano anunció que buscaría donaciones privadas para financiar la edificación de secciones sin construir del muro fronterizo de Trump, cuya financiación fue retirada por Joe Biden poco después de que asumiera el cargo de presidente.